La película La redada, del cineasta salteño Rolando Pardo, se estrenó en 1991 y tiene como protagonista a Ulises Dumont en el papel del genocida Antonio Domingo Bussi. La historia que narra es un episodio que ocurrió el 14 de julio de 1977 en Tucumán, cuando el militar, a propósito de una visita que realizaría a la provincia el dictador Jorge Rafael Videla, decidió terminar con la presencia de indigentes en las calles. El presidente de facto viajaba para celebrar –vaya paradoja– el aniversario de la declaración por los derechos del hombre y del ciudadano. Y el gobernador que ya tenía manchadas las manos de sangre y cargaba con centenares de desapariciones en su foja de servicios, mandó hacia una zona desértica de la provincia de Catamarca al molesto cargamento de linyeras que afeaban el jardín de la república. Y los dejó allí, sin importarle su destino. Para completar su faena, colocó flores entre las vías del ferrocarril y tapió las villas miseria.