Caos. La organización fue caótica y los trinitenses aprendieron sobre la marcha algunas lecciones que no deben dejarse de lado en este tipo de encuentros. Por ejemplo, que si los controles no son rígidos, delegados y periodistas entran a todas partes por más recomendaciones que se den. Así sucedió un poco el viernes y más abiertamente el sábado, antes del inicio de la sesión plenaria. Los presidentes que debían moverse de una sala a otra se veían envueltos en una nube de personas que se desplazaban junto a ellos y les impedían saber hacia dónde avanzaban. Cuando se percataron del error, los efectivos de seguridad comenzaron a desalojar los pasillos del Hotel Hyatt de mala manera, de forma indiscriminada y con algunos empujones. Se fueron al otro extremo: después no dejaban pasar a algunos delegados acreditados para presenciar las deliberaciones.

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Gentleman. ¿Qué decía Barack Obama ante alguna de estas escenas de caos? Si lo molestaron, lo disimuló bien. Hasta hizo bromas, como cuando los fotógrafos apagaron por accidente la luz del salón en el que se iba a reunir con sus pares de la Unasur. Incluso, en ese momento, una periodista se acercó por un costado y le preguntó si lo podía saludar, que era lo que desde hacía tiempo soñaba hacer. “Hi. How are you?”, enseguida se puso de pie el norteamericano con la mano extendida. Obama soportó estoico el rol estelar que le deparó la cumbre, y saludó y se fotografió con todos los que se lo requirieron.

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Unasur. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se reunió ayer con el peruano Alan García en el contexto de la cumbre. Además de los temas bilaterales, estaba previsto que ambos conversaran a propósito de la situación de la Unasur. Bachelet es la presidenta pro témpore del bloque y Alan García le traía una propuesta para destrabar la situación creada en torno de la elección del secretario ejecutivo. Como se sabe, hay un solo candidato en pie: el ex presidente Néstor Kirchner, que no puede ser electo por el veto del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez. La propuesta de Alan García era colocar entre paréntesis la elección para este cargo y que durante ese tiempo el armado de la estructura del bloque regional quede en manos de quien asuma la presidencia pro témpore, que rota cada año.