- Carísimo. Ginebra tiene fama de ser la ciudad más cara de Europa y parece que bien ganada. Con 350 mil habitantes como población fija, las calles están atestadas de autos. Los tranvías tienen prioridad en las callecitas impecables, donde todo aparece como demasiado perfecto. Pero lo que sorprende son los autos: Ferrari supersport, Alfa Romeo prestos a levantar vuelo. Incluso, los Audi y los Mercedes Benz se tornan vulgares ante tanta repetición.

- Presencias. La OIT es una organización tripartita. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, es un habitué: primero acompañando como abogado a la CGT y desde hace seis años como miembro del gabinete. Otro histórico es Daniel Funes de Rioja, quien desde hace años es abogado representante de los empresarios. Consecuente, el hombre fue quien llevó la voz cantante para que en la Comisión de Normas se sancionara a Venezuela por no respetar la libertad sindical. No logró su objetivo pero sí consiguió que el tema insumiera gran parte de las comisiones de trabajo.

- Podio. El aplausómetro de la Cumbre sobre la Crisis Mundial de Empleo tuvo un día agitado ayer en el inmenso salón del Palacio de las Naciones, la monumental sede erigida para la Sociedad de las Naciones, el germen de la ONU. Nueve presidentes desfilaron por el estrado. Cristina Fernández de Kirchner obtuvo el primer escalón del podio, con diez aplausos. Lula consiguió tres y Sarkozy, sólo dos.