La Universidad de Buenos Aires no suspenderá sus actividades académicas, aunque dio autonomía para que cada facultad tome su propia decisión. Por otra parte, ayer ratificó la suspensión de las clases en la Facultad de Odontología. Tal como lo anunció Página/12 en su edición de ayer, María Beatriz Guglielmotti, decana de esa facultad, resolvió la paralización de las clases hasta el 11 de julio, tras confirmarse la muerte de un estudiante y una docente de esa institución. En una reunión con el rector de la UBA, Ruben Hallu, los decanos decidieron que cada facultad tendrá autonomía para tomar las medidas que crea conveniente.

Por otra parte, la Facultad de Medicina anunció que cerrará sus puertas el 2, 3 y 4 de julio para realizar tareas de desinfección. Los colegios Carlos Pellegrini y el Nacional de Buenos Aires decidirán, entre hoy y mañana, las medidas a adoptar y el IUNA cesará su actividad académica desde el 6 de julio y hasta el 3 de agosto.

En tanto, la Universidad Nacional de Quilmes también cancelará su actividad académica desde el 1o al 31 de julio.

Desde ayer, la Universidad Nacional de La Plata mantiene suspendidas las actividades académicas de grado y posgrado en sus 17 facultades como medida de prevención ante la circulación y difusión de la gripe A. La medida fue adoptada por Gustavo Azpiazu, presidente de la UNLP, y comprende a los colegios dependientes de la casa de estudios y su guardería infantil. Esta decisión está en sintonía con el anuncio de las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como paliativo destinado a la mitigación en el contagio del virus de la influenza A H1N1. El comunicado difundido por la UNLP establece que “durante dicho lapso, el comedor universitario seguirá funcionando mediante un sistema de retiro de viandas”, mientras que las actividades administrativas y la posibilidad de tomar exámenes parciales y finales en cada una de las facultades dependerá de la decisión de las autoridades de cada unidad académica.