Rápido de reflejos, el jefe de Unión-PRO recogió el guante de la convocatoria al diálogo lanzada por el gobierno nacional y entró por la ventana: confirmó en conferencia de prensa que le envió una carta a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la que le solicita una audiencia para abordar “los temas pendientes con la Ciudad, que son muchos”. En rigor, el planteo de CFK apunta a una agenda nacional que hace eje en una reforma política para fortalecer los partidos y rever el sistema electoral. Los temas específicos de cada jurisdicción no figuraron en la intención de la convocatoria al diálogo. Macri encontró un atajo por donde filtrar su reclamo y, de paso, meter una cuña en la propuesta oficial.

“Estamos listos para cruzar a trabajar en una reunión cuando ella lo disponga”, señaló Macri. Y destacó la necesidad de abordar con la Nación “temas pendientes con la Ciudad, que son muchos”, como “seguridad, transporte, salud pública”, y “queremos ver cómo coordinamos eso”.

Consultado sobre si creía posible trabajar de aquí en más con el gobierno nacional, Macri sostuvo: “No sé si es posible, pero es algo deseado por todos los argentinos”.

A pesar de su discurso electoral, que hizo hincapié en lanzarse al Congreso para defender los intereses de la ciudad, la ex vicejefa de Gobierno Gabriela Michetti no apareció en toda la semana ni para defender la designación de Jorge “Fino” Palacios al frente de la policía ni para pronunciarse sobre el diálogo.