Los ruralistas lo confirmaron. Durante una larguísima reunión en la sede de la poderosa Confederaciones Rurales Argentinas, la Mesa de Enlace anunció la convocatoria al encuentro con los principales referentes de la oposición. Mañana a las tres de la tarde, en el Hotel Continental, esperan al bloque anti-K completo para acordar una agenda parlamentaria que actúe como válvula de presión sobre el Gobierno. Extendieron invitaciones a Carlos Reutemann, Francisco de Narváez, Mauricio Macri, Felipe Solá, Ramón Puerta, Hermes Binner y Margarita Stolbizer, entre otros. Hasta anoche, la lista de confirmaciones estaba incompleta.

La opción de un encuentro con la oposición se empezó a analizar desde el día siguiente a las elecciones. En ese momento, la Federación Agraria presionó al resto de los ruralistas para abrir otros canales de diálogo a través de los gobernadores, antes de ir a buscar una foto con la oposición. El llamado al diálogo que la semana pasada hizo Cristina Fernández provocó en el interior de la Mesa posiciones encontradas, pero no logró frenar a quienes intentaban apurar todos los tiempos.

“El objetivo de la reunión es escuchar a los referentes políticos, ver cuál es la visión de la realidad que tienen ellos para tratar de aportar lo que ellos creen conveniente”, indicó Ricardo Buryaile, segundo de la CRA y flamante diputado electo de la Coalición Cívica. “Ver, en el escenario del post 28 de junio, qué cambio y hacia dónde deberíamos ir como país, porque después de las elecciones subsisten situaciones que estaban antes y la política está para solucionar los problemas de la gente.”

La reunión se hará a la manera del encuentro de marzo pasado en Córdoba, cuando los ruralistas lanzaron una especie de plataforma electoral y entregaron una base programática a los líderes de la oposición. Sobre esas mismas bases se pararán a partir de mañana a acordar con los sectores anti-K una estrategia que, en principio, circunscriben al Congreso.

Para un sector de la FAA, el encuentro con la oposición podría dinamitar el camino de diálogo con el Gobierno. Un camino que, por otra parte, la Mesa de Enlace pareció aceptar. “No es un cierre del diálogo”, explicó Buryaile ante la consulta de Página/12. “Nosotros reconocemos que hay cuestiones que le competen al Ejecutivo y que el Ejecutivo tiene la facultad de solucionar, y acompañaremos lo que conduzca a eso: esto no es un frente de oposición, de ninguna manera, aunque es indudable, está claro, que pensamos distinto al Gobierno.”

En Córdoba, los ruralistas también negaron que aquello de distribuir y de acordar una base programática con la oposición significara instalarse en un frente opositor. Y menos como partido político. Pero de allí en adelante, la Mesa se sumó en bloque como un partido más en la campaña electoral, en el frente opositor y hasta armó un bunker propio el día de las elecciones. Hoy, a pesar de las fricciones internas, generadas sobre todo por un sector de la FAA que le reclama a Eduardo Buzzi una suerte de desmarque, la Mesa sigue atenazada a intereses económicos en común. En la agenda inmediata, piden precios para la exportación del maíz y de la leche y se les viene la discusión en el Congreso por las retenciones a la soja. Fuera de eso, la lista de invitados es todo un indicador del perfil político de la reunión: el convite llegó también a Elisa Carrió, Ricardo Alfonsín, Julio Cobos, Gerardo Morales, Ernesto Sanz, Oscar Aguad, Rubén Giustiniani, Pino Solanas, Alberto Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Ramón Puerta, Luis Juez y Federico Pinedo.