Adentro de un patrullero, luego de haber sido palpado de armas y, según testigos, estando esposado, un joven de 19 años murió de un balazo en el pecho efectuado por un bonaerense de la seccional 8º de Quilmes. El episodio comenzó cerca de las 11 de ayer, cuando el chico intentaba poner en marcha su ciclomotor y dos oficiales se le acercaron y le pidieron documentos y los papeles de la moto. Según el jefe de la Policía Distrital de Quilmes, comisario Jorge Oquendo, como el joven no tenía la documentación, los oficiales “lo palparon de armas en la parte de atrás” y lo subieron al patrullero sin esposarlo. Un policía subió al móvil como conductor y su compañero se sentó en la moto para ir hasta la seccional. “A tres cuadras, el joven sacó un arma que aparentemente tenía en los genitales y amenazó de muerte al policía que manejaba. Después rompió la ventanilla del lado derecho y le apuntó al otro”, relató Oquendo. Según el jefe distrital, el joven percutió el arma, pero el proyectil no salió, por lo que el uniformado que iba en la moto le disparó un balazo que le provocó la muerte en forma inmediata. Un vecino del muchacho aseguró que “hay una testigo que vio que le pegaron unas cuantas patadas, lo esposaron, lo llevaron al auto, lo mataron y después lo sacaron”. Según el hombre, la mujer –que no quiere declarar porque está atemorizada– dijo a la familia que después de los disparos vio cómo los uniformados “le sacaron las esposas”.