Dom 13.09.2009

EL PAíS • SUBNOTA  › RETENCIONES CERO PARA LOS MEDIANOS

Cosas de campo

› Por Roberto Navarro

El ministro Amado Boudou también detalló el objetivo y la forma en que se implementarán las retenciones cero de maíz y trigo para los pequeños y medianos productores.

–Hasta hace poco el Gobierno sostenía que las retenciones estaban en niveles razonables. ¿Qué motivó la decisión de bajar a cero los derechos de exportación de trigo y maíz para pequeños y medianos productores?

–Por cuestiones climáticas esas producciones habían caído y se dispuso apoyarlas. Por otra parte, estas rebajas y la liberación de exportaciones fueron los principales reclamos que expresó el sector en la última reunión con el Gobierno. La Presidenta tomó una medida para incentivar la producción del sector agropecuario, en este caso de maíz y trigo. Se decidió que hubiera una devolución completa del gravamen que se les descuenta por derechos de exportación a estos productores, con la intención de incentivar la producción de esos granos, sin que repercutiera en los precios internos.

–¿Por qué devolver el gravamen y no dejar de cobrarlo?

–Hay que entender que como medida económica las retenciones tienen dos objetivos: por un lado, son una fuente de recaudación. Pero lo más importante es que las retenciones sirven para desacoplar los precios internos de los internacionales. Cuando se vende al exterior un commoditie, como es el caso de estos granos, la operación se realiza a un valor que se determina en el Golfo de México y en Chicago y que no tiene nada que ver con la realidad del consumidor argentino. El precio internacional menos fletes y seguros menos las retenciones es el precio que reciben los productores locales. Si se eliminaran las retenciones, instantáneamente subiría el precio local del maíz y del trigo. Y esto es muy importante por el impacto que tendría en varios precios de la cadena agroalimentaria. Por ejemplo, el maíz se usa para engordar los porcinos, entonces también subiría ese precio. El trigo determina el precio de la harina, del pan y de los fideos, entre otros alimentos.

–Si el productor sabe que terminará recibiendo el precio pleno, ¿por qué las ventas al mercado interno no se basarían en ese valor?

–Por un lado porque la mitad de la producción, que está en manos de los grandes, va a seguir teniendo retenciones. Y, además, los pequeños productores, en general, lo comercializan a través de las grandes empresas. No son formadores de precios. Por otra parte, la devolución se produce después. El productor vende y recibe un precio descontadas las retenciones. Después tiene que realizar su trámite para recuperar la retención, en el caso de los pequeños y medianos productores.

–¿Cómo se decidió el corte entre los que van a recibir el precio pleno y los que siguen pagando retenciones?

–En el caso del trigo, son aquellos que producen menos de 800 toneladas anuales. En el del maíz, los que producen menos de 1240 toneladas anuales. Es un incentivo para que produzcan estos granos y no otros. Equilibra la distribución de ingresos entre grandes y pequeños productores, permite que el Estado pueda recaudar las retenciones a los grandes, mantiene el desacople de precios internacionales con los internos y, además, está el hecho de que, como el productor recibe el dinero sesenta días después de la venta, se convierte en capital de trabajo para la próxima cosecha. Es una forma de financiarse a tasa cero. Es una idea que busca resolver distintos problemas.

–Al marcar una diferencia tan grande entre lo que van a recibir las grandes explotaciones y el resto, ¿se busca dividir a la Mesa de Enlace?

–No, ésa no es una cuestión que nos preocupe. Fueron ellos mismos los que nos acusaron de tener una política agropecuaria que tendía a la concentración del campo. Claramente, esto mejora a los sectores menos concentrados. En trigo se van a producir este año casi nueve millones de toneladas y en maíz, 13 millones de toneladas. Los productores de trigo de menos de 800 toneladas anuales son el 88,5 por ciento. De los 22 mil productores de trigo, 19.600 van a recibir el precio pleno. En maíz, el 87,2 por ciento de los productores producen menos de 1240 toneladas. Quiere decir que de los 29.100 productores de maíz, 25.200 recibirán la devolución del monto cobrado en concepto de retenciones. Esto es muy importante por el nivel de concentración que tiene el sector. En trigo el 1 por ciento de los productores participa en el 50 por ciento de la producción. En maíz el 5 de los productores produce el 52 por ciento.

–¿Cuánto dinero devolverá el Estado?

–Entre ambas producciones serán cerca de 2000 millones de pesos sólo en 2009. Es una transferencia importante para los productores más pequeños, que los ayudará a desarrollarse. Elegimos una línea de corte vinculada a la producción y no a la cantidad de hectáreas, porque en el país hay distinto tipos de rindes según las zonas y en la misma región, según la tecnología que utilicen, también se puede encontrar rindes distintos.

–El Gobierno habla del problema de la sojización pero en los últimos años se incrementó el área sembrada de soja.

–Nuestra intención no es producir menos soja, sino más trigo y maíz. La Presidenta siempre sostuvo que su intención es el crecimiento del sector agropecuario. Bajar de 23 por ciento a cero en trigo y de 20 por ciento a cero en maíz es una medida fuerte. En este contexto macroeconómico, el campo está en condiciones de seguir creciendo. Pero debe hacerse cuidando la soberanía alimentaria, cuidando la rotación de la siembra, para cuidar la tierra. Por eso la diferenciación de 35 por ciento a la soja y cero al maíz y el trigo, los más vinculados a la alimentación de los argentinos.

–Una queja de la dirigencia agropecuaria es que la medida llega tarde porque el trigo ya está sembrado y el maíz a punto de comenzar la siembra.

–Pero llega para esta campaña y la de 2010. Además, aún quedan saldos exportables de este año. La exportación de esta campaña va a ser de 3,8 millones de toneladas de trigo y 9,8 millones de toneladas de maíz. En realidad, los que ya sembraron trigo y lo van a cosechar a partir de diciembre se encontrarán con una ganancia muy superior a la esperada.

–Otro reclamo del sector es que no se mantiene una política de largo plazo. ¿Esta medida se va a sostener?

–Las retenciones cero duran hasta fin del año que viene. Lo que es una política de largo plazo es la diferenciación de estos granos con la soja, y la diferenciación entre pequeños y medianos productores con los grandes, que tienen menores costos. También el desacople de los precios internacionales con el mercado interno. Las alícuotas pueden variar pasado 2010, según los precios internacionales, los costos de producción y el clima. Pero eso sucede en cualquier negocio. Los precios varían y las retenciones forman parte del precio que recibe el productor.

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