La mujer fuerte de la India, Sonia Gandhi, líder del gobernante Partido del Congreso al igual que el jefe de la oposición, Lal Krishna Aduani, del derechista BJP se acercaron al hotel donde se aloja Cristina Kirchner para reunirse con ella. Hoy, una escala en Agra para visitar el Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo, se impuso en la agenda oficial. El mausoleo del siglo XVII que el emperador Shah Jahan mandó a construir en honor a su esposa favorita, Mumtaz Mahal, es venerado como el máximo tributo al amor. El destino final de la comitiva será Mumbai, la capital financiera de India, donde se replicarán los encuentros cara a cara con los empresarios locales. Cristina Kirchner tiene prevista una entrevista con Ratan Tata, el megaempresario indio que ya realizó una importante inversión en el parque industrial San Patricio de Barracas y está a punto de sellar un acuerdo con Fiat para el desarrollo automotriz. Tata es sobrino del fundador del imperio y hoy integra los directorios de Reserve Bank of India, de Mitsubishi Corporation, de American Internacional Group, del JP Morgan Chase y Booz Allen Hamilton Inc. Es también el presidente de Tata Motors, la empresa que desarrolló el automóvil más económico –2500 dólares–, el Tata Nano. Un producto adecuado para el bajo poder adquisitivo de la mayoría de la India pero que puede agravar –si es que eso es posible– el endiablado tránsito de Delhi.