El celular Motorola abierto con 39 llamadas perdidas había quedado ubicado al lado de la pistola Colt calibre 45, pegada al cuerpo de Hernán González Moreno. En el extremo superior del aparato, había quedado marcada la inscripción de “emergencias med” y en celeste aparecía resaltada la palabra “llamar”. Cuando la Justicia de Goya encontró el cadáver y el auto, el motor del Toyota Camry negro todavía estaba encendido, la música prendida. Y el teléfono había logrado sobrevivir a su dueño alimentándose del encendedor del vehículo. El DNI quedó expuesto sobre el vehículo. Tres discos de Michael Jackson, dos de música nacional, el cargador de una notebook que nunca apareció y demasiado dinero destinado, según suponen algunos, a cancelar inútilmente el precio que alguien le había puesto a su vida. Hoy en Corrientes se inicia la segunda tanda de pericias sobre el auto.

El Toyota quedó estacionado al sur del casco de la Estancia del Medio, en el paraje correntino del Rincón, aquella madrugada del viernes 2 de octubre. Las ventanillas estaban bajas. El cielo despejado, el ambiente neblinoso y el pasto todavía mojado de rocío en una escena con un clima más bajo de lo habitual, escribieron dos peritos de la policía de Corrientes en la primera reconstrucción de la escena de la muerte.

Las primeras imágenes que se tomaron desde el interior del Toyota ahora son una foto, una suerte de ensayo sobre el que parece emerger la vida del muerto.

Cuando lo encontraron, González Moreno estaba sentado en el asiento del conductor, con la cabeza volcada hacia el costado izquierdo, el cuerpo levemente inclinado hacia adelante, las extremidades superiores hacia la izquierda. Llevaba puesto un pulóver gris claro, camisa a rayas, un Levi’s 501 original, industria colombiana, talle 32, ciento por ciento algodón, escribieron los peritos. En el bolsillo derecho había 982 pesos. En los pies, medias azules de Lacoste, zapatillas marrones Columbia.

La Colt estaba a la derecha del cuerpo, contra el portaobjetos del auto, en forma vertical, con la empuñadura hacia abajo y la punta del cañón hacia arriba. La corredera, completamente rebatida, y al lado quedó el Motorola de las llamadas perdidas. Al costado había un vaso con un líquido semejante al whisky, una caja de cigarrillos Parisiennes box, un encendedor naranja, cartuchos, tres del calibre 45, dos Blackberry y en el cenicero del auto 17 colillas de cigarrillo, dos del lado del acompañante.

En el asiento del acompañante quedó una campera de cuero marrón. Una botella destapada de whisky Johnnie Walker Blue Label a la mitad. Una pistolera negra, una funda de celular, una gorra negra con una leyenda intrigante: “narcotis”. Un par de guantes marrones que usaba para cazar, una caja de cartuchos calibre 45, un manojo de llaves de doble paleta. En el piso, una bolsa de hielo vacía, una botella de agua mineral Kin también vacía, una bolsa de “La Bodega Cepas y Sabores” con otro whisky Johnnie Walker Blue Label sin abrir. Dos cargadores de celular, uno Motorola y otro Blackberry, y dos escrituras notariales sobre un poder general a nombre de una de las personas que aparecería, según una denuncia del propio González Moreno, como testaferro de Ricardo Colombi.

También había dos sobres del Banco Francés, uno a nombre de González Hernán y otro a nombre de su hermano Matías. Otro teléfono Blackberry (¿y cuántos van?), un fajo de 100 billetes de 100 pesos cada uno, por un total de 10.000 pesos, atados con una goma. En la alfombra del acompañante, un billete de 5 pesos, dos monedas, y una caja vacía de Parisiennes. En los asientos de atrás había más ropa: una campera de tonos verdes corte militar, un suéter verde, una silla plegable metálica. Sobre la alfombra del lado derecho, una caja de whisky vacía y un cigarrillo sin filtro a medio consumir, cuya presencia originó sospechas, y el paquete de un alfajor Bagley. Del lado izquierdo, el cargador de una notebook Lenovo, una gorra de pico negra, una campera a rayas rojas, negras y grises La Martina talle M. También encontraron una botella vacía de Coca-Cola, una revista Noticias, la vaina servida calibre 45 bajo el asiento del acompañante, dos cajas de Viamax o viagra, un GPS, una filmadora y una billetera de cuero azul con datos a los que prestan atención los fiscales, 1.006,20 pesos, licencia de conducir clase E, credencial de tenencia de armas de uso civil para una pistola semiautomática calibre 45 PLG Tanfoglio; una credencial de usuario de arma de una pistola semiautomática calibre 9mm marca Beretta, tarjetas de crédito y una tarjeta de OSDE.