Ex asesor de Unicef y actual consultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el especialista Pablo Vinocur ofreció a este diario una guía para leer los indicadores de mortalidad infantil. Sus principales observaciones fueron las siguientes.
- Alrededor de la mitad de las muertes neonatales (producidas antes de 1 mes de vida) son evitables, mientras que en el caso de las postneonatales (entre 1 mes y el año) más de la mitad son reducibles o evitables. El resto son atribuibles a malformaciones genéticas. Eso significa que en Argentina de las 11.111 fallecimientos de menores de un año denunciados el año pasado, más de 6000 eran evitables.
- A menos que ocurra algún desastre, con el tiempo las tasas de mortalidad en las sociedades modernas tiende a reducirse por varios motivos. Desde el lado de las familias, secularmente, a medida que se expande la educación de los padres y el acceso de la información sobre el autocuidado, saneamiento, agua potable, riesgo de infecciones o malnutrición, también se reduce la mortalidad. Pero también es clave en ese proceso el avance tecnológico.
- Un ejemplo: en la década del 90 se generalizaron las inmunizaciones, mientras que en los ochenta y noventa se universalizaron los tratamientos de diarreas con sales de rehidratación oral, cuyo costo es ínfimo. Otro ejemplo: los chicos que nacen con bajo peso al nacer, y antes se morían, hoy sobreviven gracias a la tecnología de terapia neonatal: incubadoras, respiradores, medicamentos, etc.
- Justamente, estas últimas tecnologías son muy costosas. Y, por eso, es posible que en algunas provincias donde haya aumento de fallecimientos neonatales se explique porque no se destinó presupuesto suficiente para mantener dichos equipos o adquirir medicamentos. Así, chicos que se salvaban hasta el 2000, ahora no se salvan, porque no existe el refuerzo presupuestario con qué atenderlos.
- Otra causa del aumento de la mortalidad suele ser que las madres llegan al parto con un déficit nutricional importante. Durante el embarazo no comen lo suficiente, entonces se incrementa la proporción de chicos con bajo peso al nacer. Y, a manera de círculo vicioso, hay una mayor demanda de terapias neonatales que no puede ser atendida.
- En Argentina, a diferencia de otros países, como Cuba, la gente concurre al médico cuando quiere, porque no hay programas públicos de controles obligatorios. Por lo tanto, es muy posible que como consecuencia de la crisis, el costo de transporte, la búsqueda permanente de trabajo, la desesperanza, el abandono, sean causa de que muchas embarazadas no vayan a los controles períodos en hospitales ni las mamás lleven a sus hijos recién nacidos. Entonces, cuando llegan al centro asistencial, es tarde.
- En una situación tan crítica como la de Argentina actual, uno esperaría una reacción del Estado y la sociedad similares a la que ocurre en situaciones de desastre natural o de guerra: todo el mundo se moviliza para salvar vidas. Así, la emergencia requeriría un cambio drástico en las prioridades de la dirigencia política.