Por orden de Mauricio Macri, el ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, fue a la Legislatura a dar explicaciones. Macri sostuvo que fue porque “no tenemos nada que ocultar”, pero en realidad se trató de una estrategia del PRO para evitar la interpelación del funcionario y que la oposición porteña deje de dar quórum para las sesiones que quedan. Montenegro recibió cuestionamientos de la oposición por las investigaciones de Osvaldo Chamorro a legisladores y por la falta de respuestas de Mauricio Macri. El ministro intentó evitar que se responsabilice a Macri por el escándalo.

La visita estaba prevista para las 15, pero recién comenzó a las 18.44 y siguió hasta la madrugada. Antes, hubo una feroz discusión entre el macrismo y los opositores. Algunos consideraban que primero debían interpelarlo y luego debía asistir (la interpelación habilita, entre otras cosas, el juicio político). Finalmente, consensuaron que Montenegro iba a responder preguntas de cada bloque, por las buenas.

El ministro entró con aplausos de una hinchada PRO debidamente situada en su barra, que festejó cada una de sus respuestas. “No hay peleas entre Burzaco y yo”, afirmó. Y les ofreció disculpas a los tres legisladores que figuraban en las investigaciones de Osvaldo Chamorro: Gonzalo Ruanova, Silvia La Ruffa y Diana Maffía.

Maffía fue, justamente, la primera en preguntar. “Le agradezco las disculpas, pero el jefe y subjefe de policía están vinculados en una empresa que nos investigó, algo que no le mereció una palabra al jefe de Gobierno”, le recordó. “Tampoco mencionó la renuncia de Chamorro. Sí habló del miedo: el miedo a que nos peguen un tiro en la cabeza, pero Macri tomó a una persona comprometida con la represión del 20 de diciembre”, dijo. “Han importado una red delictiva de la Federal. Hay una responsabilidad política que no se le puede transferir al gobierno nacional: es del jefe de Gobierno”, le planteó la legisladora de la Coalición Cívica. “El responsable político soy yo. Si hay o hubo errores, hay que revisarlos. El gobierno está abierto a un diálogo”, le respondió Montenegro. El legislador de la CTA Martín Hourest le cuestionó “que Macri utilice a las víctimas por la inseguridad para encubrir su ineficacia” y pidió “que reconozcan que hubo un error”. Montenegro esquivó su pregunta, algo que le señaló Juan Cabandié.

“Estoy preocupado porque Macri no tuvo siquiera la deferencia de solidarizarse. Creo que no termina de entender que el responsable político es él”, observó Diego Kravetz. “Tiene las puertas demasiado abiertas. Por ahí entraron James, Palacios, Chamorro y cuarenta agentes de inteligencia”, azuzó. “Las puertas van a seguir abiertas. Y si hace falta un llamado personal del ingeniero Macri, le pediré que lo haga”, contestó Montenegro.

La Ruffa le respondió que no quería llamados, sino “que Macri reconociera la situación. Ni siquiera se refirió a la detención de su hombre de confianza”. “El inicio de esto es la decisión de Macri de convocar a Palacios. Cuando Macri dijo que tomaron la decisión con la información que tenía en el momento, eso es mentira: la oposición y la sociedad civil le advirtieron quién era Palacios”, sostuvo la legisladora de Identidad Porteña. “Macri dijo que sería necio no reconocer errores. Pero lo que no les escucho decir es cuál fue el error”, cuestionó.

“Estamos en medio de una crisis política e institucional. Les reconozco la capacidad que tienen para victimizarse. Nunca ustedes tienen algo que ver con lo que pasa”, señaló Aníbal Ibarra. “Fueron ustedes los que designaron a Palacios”, recordó el legislador de Diálogo por Buenos Aires. “Son ustedes los que no pueden explicar por qué el subjefe de la Metropolitana espiaba a opositores. Tampoco por qué James no aparece en el boletín oficial ni por qué le pincharon el teléfono a un familiar de Macri, ni las 150 llamadas entre Palacios y James”, enumeró.

“Todos los caminos conducen a Macri y tengo que pensar que sabía de las escuchas”, dijo el ex jefe de Gobierno, que le preguntó a Montenegro si no le parecía relevante “que el 29 de septiembre cuando James retira los casetes de Burstein, a los 20 minutos se comunica a un teléfono asignado a Palacios, que manejaba Ontiveros” y que “hay una semana de diferencia entre la pinchadura al cuñado de Macri y la firma del contrato de James en educación”. “¿Cree que a Macri le plantaron un cuñado?”, inquirió Ibarra, y recibió silbidos de la hinchada PRO. “¿Cree que Ariel Lijo se equivocó al procesarlo por encubrimiento? ¿Sigue pensando que es el mejor policía para conducir la Metropolitana?”, insistió.

–No puedo creer las preguntas que me hace. Me parece ilógico que sea relevante lo que yo pienso, si hay una investigación judicial –dijo Montenegro.

“Lamento la conferencia de prensa que dio Macri al bajar del avión (alguien deberá explicar para qué fue a España, porque no firmó ni un convenio). No quiero hacer futurología porque para eso está el cuñado parapsicólogo. Proponen a Ugolini y se les cae. Van a sacar por ineficaces a Narodowski, Piccardo y Lemus. Eso es culpa de un matrimonio: el de soberbia y torpeza”, afirmó el legislador del PJ Juan Manuel Olmos, quien consideró que “esto no es un show, es una película. Se ganaron el Oscar. Pero, ¿quién es el director? ¿Palacios? ¿Usted? ¿Macri? Si es el jefe de Gobierno, tenemos un problema”, advirtió.

–Me hago cargo de las designaciones –insistió Montenegro.

–Debe estar pensando: “¿Por qué no seguí siendo juez?”.

–No me arrepentí nunca.