El Gobierno descartó ayer que fuera a impulsar un juicio político contra Julio Cobos, respondiendo al desafío lanzado por el vicepresidente el jueves, al tiempo que dirigentes radicales defendieron su investidura y subrayaron que por ahora no va a renunciar. Aníbal Fernández afirmó que la Rosada “respeta la voluntad popular” y que por ello un proceso contra el mendocino para apartarlo del cargo “no está en la cabeza del Poder Ejecutivo ni ahora ni nunca”.

“No pretendemos ningún juicio político. Ni lo pedimos ni lo vamos a pedir”, reiteró Fernández, aunque aclaró que el oficialismo no dejará de criticar la “actitud personal y política” de Cobos.

Para el jefe de Gabinete, el hecho de que el Gobierno no vaya a promover un proceso en contra del mendocino “no implica que no critiquemos las acciones que el vicepresidente lleva a la práctica, siendo compañero de fórmula y oponiéndose en reiteradas oportunidades a las políticas llevadas a cabo por el proyecto que él dijo acompañar”, explicó.

Pero Fernández insistió en que el Gobierno no tiene en mente hacerle un juicio para removerlo y subrayó que “la Presidenta ha sido más que clara en que nosotros respetamos la voluntad popular”.

Las palabras de Fernández fueron la respuesta oficial a la provocación del vice, que luego de escuchar diversas voces cercanas al Gobierno hablando de traición y exigiendo su renuncia desafió a que le iniciaran un juicio político. El mendocino subrayó que mientras tanto su intención es permanecer en el cargo.

El vice no está solo en su determinación. El presidente de la UCR, Ernesto Sanz, salió en su defensa y afirmó que “debe mantenerse donde está”, atribuyendo los ataques a “quienes quieren que se vaya para lesionarlo como competidor” para las presidenciales de 2011. El diputado cobista Daniel Katz, por su parte, atribuyó los pedidos de renuncia a quienes “quieren desgastar” al vice “por ser el mejor posicionado”. Advirtió, sin embargo, que Cobos “por ahora no va a renunciar”.