–¿Dónde suele vacacionar?

–No he tomado vacaciones en los últimos 15 años. La última vez fue cuando llevé a mi hijo a Orlando, a Disney, a los Busch Gardens. Cuando tengo tiempo libre, me recluyo en una casa de campo en Ecuador, donde se crían caballos.

–¿Lleva la notebook?

–Siempre estoy conectado. Me he vuelto un adicto: si estoy cabalgando en la punta de los Andes, estoy con el Blackberry viendo qué pasa.

–¿Bronceador o protector solar?

–Pantalla, factor 60. Tengo una piel muy blanca.

–¿Alguna comida preferida?

–Soy eminentemente carnívoro. Si no como carne, siento que no comí. Me gustan los mariscos. Voy a Veracruz solamente para ir a dos restoranes con una comida maravillosa: pulpos, langostinos.

–¿Cuál es el último recital de rock al que fue?

–Me fui a Nueva York sólo para ir al de Madonna. Lo que nunca hice es bailar: nunca entré a una discoteca.

–¿Deportes?

–Hasta hace algunos años hacía rackets, que es una especie de tenis contra la pared. Es muy intenso, muy duro y violento. Ahora lo que más hago es equitación.

–¿Tiene un caballo preferido?

–Tengo una yegua que se llama Martinica, ya tiene 16 años y no hay cómo montarle. Es hija de dos campeones latinoamericanos, una yegua muy, muy fina.