El disminuido índice Merval de la Bolsa porteña sufrió ayer su quinta caída consecutiva, del 0,5 por ciento. La racha combina factores locales, por las peleas en torno del Banco Central, y externos, a partir de la reforma sobre el sistema financiero que promueve el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, resistida por Wall Street. De todos modos, la sucesión de bajas hizo retroceder al Merval sólo 3,3 por ciento respecto del nivel del martes de la semana pasada. Más acentuado es el declive en las cotizaciones de los títulos públicos, de hasta 3,5 por ciento en la última jornada. El dólar, por su parte, quedó sin cambios a 3,83 pesos.

La peor parte de la telenovela del Central la vienen sacando los bonos. Ayer hubo bajas del 2,6 por ciento en el Discount en pesos, el principal bono del canje, y del 1,5 en el cupón PIB. También cayeron el Boden 2012, 0,6 por ciento, y el 2015, 0,7. El mayor riesgo de una agudización de los descensos es que empiece a afectar las expectativas de la reapertura del canje de deuda. Eso todavía no ocurre, pero en el Ministerio de Economía miran esta variable con atención, debido a que la oferta a los acreedores será más atractiva mientras más alto coticen los bonos. La situación inversa podría alejar a inversores a sumarse a la operación.

En cuanto a las acciones, la caída del Merval estuvo en línea con la floja performance de Wall Street y de la Bolsa de San Pablo. El Dow Jones operó en baja y logró terminar neutro, mientras que el Bovespa cedió 1,2 por ciento. Por último, en el mercado de cambios no hubo variaciones en el precio del dólar, en tanto el euro quedó en 5,46 pesos.