“Nosotros no queremos pactar con nadie”, asegura Leopoldo Moreau frente a la acusación de sus adversarios de que quiere establecer un acuerdo con el PJ, y explica que su idea es “convocar a todos los partidos a un gran acuerdo nacional para sacar al país de la crisis”. Como candidato promete “cohesionar al partido detrás de una identidad política que se fue diluyendo y de una estrategia de poder”.
–¿Qué se juega en esta interna del radicalismo?
–Por un lado, iniciar un proceso de recuperación de la política como única herramienta válida para promover y defender a la sociedad; cuando la política deja de ocupar ese lugar, lo ocupan el autoritarismo, las corporaciones o los grupos concentrados del privilegio económico. En segundo lugar, cohesionar al partido detrás de una identidad política que se fue diluyendo y de una estrategia de poder. En tercer lugar, contribuir a que este país salga de la crisis con un llamado a un gobierno de salvación nacional, que no implica hacer fórmulas mixtas ni repartirse cargos, sino convocar después de la elección a un gobierno de salvación si la ciudadanía nos acompaña el próximo 27 de abril.
–¿Podrá revertir la imagen que dejó Fernando de la Rúa?
–No soy yo el que va a revertirla ni hay ningún dirigente de la UCR que tenga hoy un voto más que el partido. Sí creo que el radicalismo puede articular una propuesta y en una primera etapa establecer acuerdos programáticos con sectores como los académicos del Plan Fénix, la Federación Agraria, Coninagro, la UIA, las asociaciones representativas de las Pymes. En una segunda vuelta, la UCR está en condiciones de llamar a un gobierno de salvación nacional.
–Sus adversarios denuncian que eso esconde un pacto con el peronismo.
–Nosotros no queremos pactar con nadie, sino convocar a todos los partidos a un gran acuerdo nacional para sacar al país de la crisis después de ganar las elecciones.
–Y si no ganan y salen terceros, ¿a quién debería apoyar el radicalismo en una eventual segunda vuelta?
–A partir de hoy la candidatura no me pertenece, le pertenece a la UCR como partido. Ese es uno de los puntos que me diferencia de Rodolfo (Terragno); no estoy haciendo una construcción individual, sino colectiva integrando a todo el radicalismo. La decisión frente a un ballottage la va a tener que adoptar el partido, pero por ahora esperemos estar nosotros en la segunda vuelta y que los otros tengan que tomar sus propias opciones.
–Las encuestas indican que usted tiene inserción entre los afiliados pero no entre los independientes, ¿a qué lo atribuye?
–Esas encuestas las hacen los amigos de Rodolfo (Terragno).
–¿Por qué deberían votarlo a usted?
–Porque tengo una trayectoria coherente y transparente desde los 14 años. Siempre estuve de la vereda de los intereses populares y más allá de nuestros errores ninguno nos llevó a pasar a las filas del autoritarismo o el neoliberalismo. Tampoco tenemos una actitud oportunista y rechazamos los proyectos encarnados por salvadores y milagreros, sino que confiamos en la fuerza de un partido político.