La oposición en el Senado volvió a quedarse sin quórum y no pudo iniciar la sesión en la que buscaban aprobar la coparticipación del impuesto al cheque, rechazar el DNU 2010/09 del Fondo del Bicentenario y terminar de constituir la Comisión Bicameral establecida en la Carta Orgánica del Banco Central. El oficialismo decidió no bajar al recinto en señal de su desacuerdo con el orden del día impuesto por los opositores y nuevamente la ausencia del ex presidente Carlos Menem dejó a la oposición con 36 senadores, uno menos del necesario para sesionar. El radicalismo propuso reunirse hoy a las 11 en Labor Parlamentaria para volver a discutir la cuestión. El kirchnerismo adelantó que concurrirá, pero no se sentará en sus bancas a menos que se trate primero el pliego de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, quien tampoco pudo ser ratificada. Al caer la noche, los senadores oficialistas recibieron con alegría el fallo de la Justicia, que ordenó modificar la composición de la Comisión Bicameral de DNU.

El encuentro de los titulares de bloque de ayer a la mañana fue el inicio de un día amargo para la oposición. La virulenta discusión entre el jefe de la bancada kirchnerista, Miguel Angel Pichetto, y más de una docena de senadores de la oposición se escuchaba desde los pasillos. Se trataba de dos diferencias clave: por un lado, el orden de los temas a debatir en el recinto y, por otro, el tratamiento del DNU de creación del Fondo del Bicentenario, el cual fue derogado y reemplazado por la Presidenta, pero que de todas formas la oposición buscaba rechazar para dar un gesto político.

El conglomerado opositor se había resignado a perder la votación de Marcó del Pont, ya que el oficialismo tenía los 37 votos necesarios para aprobar su continuidad al frente del Central. Pero la posibilidad de que se repitiera el antecedente de la sesión preparatoria los llevó a colocar ese debate en segundo lugar, rompiendo una tradición del Senado: que los asuntos provenientes de la Comisión de Acuerdos se traten en primer término. Los opositores actuaron así porque temían que ante la ausencia de Menem –con una gastroenteritis–, el FpV se levantara de sus bancas luego de votar a la titular del Central y los dejara sin la posibilidad de aprobar el resto de las medidas.

Finalmente, el acta de Labor se firmó por todos los presentes, incluido el oficialismo. “Acordamos llevar a cabo la sesión a suerte y verdad. Nos sentamos sabiendo que en otros temas vamos a perder”, cuestionó el titular de la bancada radical, Gerardo Morales, acompañado por 35 senadores. Durante una hora, los senadores siguieron cuestionando la actitud del oficialismo, aun cuando el reglamento establece que si no se alcanza el quórum la sesión debe levantarse a los 30 minutos. “No nos responsabilicen a nosotros. Es responsabilidad del oficialismo”, agregó el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá, quien advirtió a los senadores de Tierra del Fuego y de Neuquén –aliados del kirchnerismo– que después no se quejen de que sus provincias no tienen recursos suficientes. El radical José Cano les apuntó un dardo certero: “¿A dónde están los opositores que dicen que son opositores serios y que entraron por partidos diferentes del kirchnerismo?”.

Pero la que fue más allá fue la peronista salteña Sonia Escudero, quien propuso que aplique una multa del 20 por ciento de la dieta a los legisladores cada vez que falten a una sesión. Paradójicamente, la moción contó con 36 votos y no pudo ser aprobada por la falta de quórum. Una de las pocas autocríticas llegó del cordobés Luis Juez, quien reconoció que estaban tomando “una cucharada de sopa” de lo que hicieron la semana pasada, cuando fue la oposición la que no bajó para evitar que se apruebe el pliego de Marcó del Pont.

La réplica del oficialismo se produjo fuera del recinto. Los representantes del FpV aclararon que no habían asumido ningún compromiso en la reunión de la mañana y que habían objetado el orden del día, pero firmaron por “una cuestión de forma”. “Si siguen violando los reglamentos, vamos a seguir diciéndolo en todos los ámbitos. Nosotros queremos sesionar, pero no queremos que nos lesionen, nos vulneren y que actúen arbitrariamente”, sentenció Pichetto en una conferencia de prensa posterior a la caída de la sesión. En diálogo con la prensa, el senador rionegrino aclaró que si la oposición quiere modificar el orden del día tiene que imponer la mayoría en el recinto.

La figura del vicepresidente Julio Cobos no estuvo exenta de críticas. Pichetto lo llamó a la reflexión y le pidió que “asuma su responsabilidad institucional”. Además, dijo que sus compañeros de la oposición “no lo cuidan” y “lo llevan a violentar el reglamento permanentemente”.

“Todo esto pasa para la segunda semana de abril”, reconoció a Página/12 en estricta reserva un importante senador radical. “Si no hay acuerdos responsables y racionales, el Senado va a tener dificultades en su funcionamiento”, admitió Pichetto. El miércoles de la semana que viene es feriado, el siguiente es víspera de Semana Santa, así que lo más probable es que recién el 7 de abril haya nuevamente sesión en el Senado.

Mientras tanto, hoy habrá una nueva reunión de presidentes de bloque en la que se intentará retomar el camino del consenso. Además de la frustración de ayer, el debate estará centrado en las consecuencias del fallo judicial que retrotrajo la composición de la Comisión Bicameral de DNU a la situación de paridad que tenía en diciembre pasado: ocho integrantes del oficialismo y ocho de la oposición. Una vez más, ni oficialistas ni opositores pudieron imponer su voluntad y el escenario sigue abierto.