Aunque el gobierno nacional no teme “grandes oleadas de saqueos” sino “algunos hechos aislados”, en la provincia prefirieron curarse en salud. El ministro de seguridad provincial, Juan Pablo Cafiero, y el jefe de la Policía bonaerense, Alberto Sobrado, están reclutando policías que no están afectados al patrullaje de rutina para reforzar la guardia en los supermercados del conurbano hasta la primera quincena de enero. Por su parte, el gobernador Felipe Solá se mostró confiado en que no habrá incidentes el próximo 19 y 20 de diciembre, aunque aseguró que “habrá mucha movilización” (ver nota central).
Las autoridades provinciales determinaron reclutar efectivos que ahora están en el agrupamiento comando pero realizan tareas administrativas. La medida tomó de sorpresa a los policías que dejarán de hacer tareas intramuros para custodiar comercios en el conurbano. La medida surgió en el contexto de los rumores y denuncias que advierten sobre posibles estallidos sociales y saqueos que se producirían en territorio bonaerense a un año de los episodios que marcaron la caída de la administración de Fernando de la Rúa. El gobierno nacional no teme que se produzcan graves ni extendidos incidentes, más allá de algún saqueo organizado o alguna provocación aislada de “un puñado de policías”, tal como aseguró ayer un alto funcionario a Página/12. Sin embargo las instrucciones a nivel central fueron precisas: sólo se utilizarán unidades antimotines y balas de goma. La semana pasada organismos de derechos humanos exigieron al ministro de Justicia Juan José Alvarez precisiones sobre el operativo policial y que no intervengan los policías procesados por represiones anteriores.