La jueza Martha Gómez Alsina está ganando en eficacia. Ahora solo le bastaron cuatro días para anular un nuevo casamiento entre dos hombres, esta vez el que fue celebrado el viernes pasado en la ciudad de Buenos Aires. La presurosa magistrada tomó esa disposición haciendo lugar una vez más a un amparo presentado por un abogado ultracatólico.

Gómez Alsina declaró la nulidad de la boda entre Gilles Grall y Alejandro Luna mientras en la Cámara de Diputada se debatía el proyecto de ley para permitir la unión de personas de igual sexo. La jueza ya había anulado semanas atrás la boda de Norma Castillo y Ramona Arévalo, la primera en el país entre dos mujeres.

El fallo ordenó la “nulidad absoluta” del matrimonio entre Grall y Luna, les ordenó restituir dentro del plazo de 72 horas la libreta de matrimonio y notificó su sentencia al Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires. En ambos casos el pedido de nulidad fue presentado por el abogado Ernesto Lamuedra, quien impugnó la competencia de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires para autorizar los casamientos.

En los dos casos Gómez Alsina empleó los mismos argumentos: el Código Civil establece que el casamiento es entre hombre y mujer.