Backyardigan. “Estos cinco diputados parecen los backyardigans, riendo, jugando como en una colonia de verano”, bromeó el kirchnerista Juan Cabandié sobre la actitud de los macristas. “Nos acusó con la frase nacional y popular de Cardigans”, se enojó Fernando De Andreis, quien no tiene hijos pequeños y no conoce a los cinco personajes. “Kirchner fue responsable de tu candidatura a presidente de la CIE, que no resistió ni cinco minutos”, le espetó luego De Andreis, quien pareció olvidar que fue uno de los cinco legisladores del PRO que votó por Cabandié.

Micrófonos. Las fallas técnicas provocaron un ida y vuelta de micrófonos entre oficialistas y opositores. “Ustedes tienen tres para doce y nosotros, uno para cinco”, se quejaba Cristian Ritondo. Cuando a Eduardo Epszteyn le hizo interferencia el suyo con un celular, Martín Borrelli aprovechó: “Decile a la SIDE que afloje”.

Desconocido. “¿Está seguro de que usted y Aníbal Ibarra no conocen a Ciro James?”, le preguntó, misterioso, Ritondo a Epszteyn, que contestó que él no lo conoce y que a Ibarra le tendrá que preguntar él. Luego el ibarrista retrucó: “¿Y usted y Miguel Angel Toma lo conocen?”. La respuesta fue la misma.

Terapia. Martín Ocampo y su tocayo Hourest tuvieron varios cruces durante la sesión. “¿Por qué tanta discriminación al PRO? Siempre nos interrumpe”, teatralizó el legislador del PRO, que suele hablar permanentemente cuando conduce la Comisión de Asuntos Constitucionales. “Lo voy a consultar con mi analista”, le contestó Hourest, sarcástico.

Taquígrafos. Los macristas discutieron hasta por las versiones taquigráficas: “¿Tenemos la misma versión?”, chicaneó Borrelli. “¿Está poniendo en duda a los taquígrafos y, por lo tanto, todo lo que se hace en la Legislatura?”, le contestó la legisladora de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti. “Para no volver sobre cuestiones por estados anímicos o directamente psiquiátricos, propongo que sigamos adelante”, terció el legislador del MST Marcelo Parrilli, tras media hora de discusión. “No gastemos toda la nafta carreteando, que si no, no levantamos vuelo”, planteó Hourest ante el intento de los macristas de seguir discutiendo.