Desde Nueva York

“La verdad es que es un pobre muchacho, ni siquiera hay pruebas de que haya participado de los hechos de los que está acusado”, respondía un integrante de la comitiva presidencial a propósito de la situación del ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza Guerra. Aún debe expedirse la Conare, la comisión que debe determinar si están dadas las condiciones para que se le otorgue la condición de refugiado político. Para el miembro de la delegación que está en Nueva York las condiciones están dadas, por lo que interpretaba que el fallo de la Corte Suprema había sido malo y que más que nada buscó enviarle una señal al Gobierno.

La situación de Apablaza no es nueva, tiene más de cinco años. Pero se reavivó a partir de la declaración de un supuesto arrepentido del Frente Patriótico Manuel Rodríguez que integró el chileno y el fallo de la Corte avalando la extradición, dado que la Conare no se expedía. En la comitiva recordaban un fallo de la Corte del año 2005 –cuando todavía la integraba, por ejemplo, Antonio Boggiano– negando la extradición de un supuesto jefe de la ETA, Jesús Lariz Iriondo, reclamado por la Justicia española por la explosión de un móvil policial. Les costaba entender la diferencia de criterio entre un caso y otro, a no ser que re lo mirara desde otra óptica. “Fue un fallo más político que jurídico”, afirmaban.

En caso de que la Conare, y luego en consecuencia el Gobierno, negaran la extradición, descartaban que se pudiera producir un cortocircuito en la relación con Chile. “Obviamente, van a protestar, la derecha chilena viene moviendo este caso. Pero no creo que vaya más allá de algunas declaraciones”, imaginaba el miembro de la delegación argentina mientras miraba por la ventana el incesante paso de los neoyorquinos por la calle 57, donde están algunos de los negocios más sofisticados de la ciudad.

“La verdad es que con Piñera nos estamos llevando mejor de lo que podía esperarse. Cada reunión anda todo sobre ruedas. Creo que Piñera es consciente de la importancia de un buen vínculo con Argentina para Chile, por eso creo que si finalmente Apablaza queda en Argentina con estatus de refugiado, la relación no se va a ver afectada”, concluía.