Llamado. Terminada la sesión del G-77 más China, los miembros de la delegación argentina salieron en fila en busca de los autos que los llevarían de vuelta al hotel. Mientras esperaban, la presidenta Cristina Kirchner hablaba con el ministro de Economía, Amado Boudou, que le mostraba algunos números de un papelito que sacó de un bolsillo. La Presidenta hizo un llamado telefónico. No se pudo escuchar qué decía, pero sí que iba levantando el tono de voz. Luego cortó. Puede haber sido ése el tema del llamado o no, pero poco después hubo una declaración del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, asegurando que era falso que la Corte Suprema fuera a recibir menos presupuesto que el año pasado. “Mienten descaradamente”, twitteó Fernández.

Comienzo. El embajador ante la ONU, Jorge Argüello, estaba feliz por la designación argentina en el G-77, cargo que se encargara de ocupar. Terminado el encuentro, acercó al representante de Argelia ante la ONU que quería saludar a Cristina Kirchner luego de escuchar su mensaje. “Me dijo que era el mejor comienzo posible”, contó Argüello que le comentó el argelino, una de las voces con más peso dentro del grupo. “Es que acá no están acostumbrados a escuchar un discurso de este tipo”, explicó.

Seguridad. Sin Barack Obama en escena ni ninguno de los líderes europeos que pasaron por Nueva York la semana pasada, la seguridad de las Naciones Unidas había descendido ayer a lo mínimo indispensable. Ya no había retenes en las avenidas, ni el pedido de la credencial en la cuadra previa, ni el doble scanner necesario para acceder al recinto de sesiones. Sólo algunos guardias con el característico uniforme celeste y cara de cansados que únicamente pedían que la credencial estuviera visible.

Twitter. El canciller Héctor Timerman ganó fama porque fue el primero, pero la costumbre del Twitter gana adeptos aceleradamente dentro del Gobierno, empezando por la Presidenta. Otro que le agarró el gustito es el secretario de la Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina, también inseparable de su Ipad con la que se mantiene online. Prudentemente alejado de los periodistas, fue posible seguir su derrotero neyorquino por las fotos que colgó en la red social: encuentro con Clinton, paseo por el Soho, visita al Metropolitan Museum y así. Ayer, además, estaba contento porque su cuenta Facebook superó los diez mil seguidores. “Algo bien debemos estar haciendo”, sacó pecho.

Segundos. No serán los 15 minutos de fama que Andy Warhol pronosticaba para todos, pero algo es algo. En una original promoción, la marca de ropa American Eagle Outfitters ofrece 15 segundos en su gigantesca pantalla digital en Times Square a cualquiera que acepte posar en su local de la 46 y Broadway. Es cuestión de sacarse la foto, esperar un rato en la vereda y luego verse en pantalla gigante junto con la leyenda de 20 caracteres que se escribió, por lo general un saludo, junto a los nombres de los “famosos”. Cuentan que la propuesta anda muy bien. Times Square da para todo.