- Cantitos. Los cantitos del bunker kirchnerista dieron el más claro mensaje político de la larga jornada. Alternaron varios clásicos: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Cobos que lo mira por TV” y “Un minuto de silencio, para Cobos que está muerto”, fueron de los más coreados, solo superado por las muestras de aliento a la presidenta: “Se siente, se siente, Cristina presidente” y “Borom bom bom, borom bom bom, para Cristina, la reelección”. El último: “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo la puta madre que lo parió”.

- Cleto. Hasta último momento se desconocía si finalmente el vicepresidente Julio Cobos viajaría a Catamarca. Finalmente, cerca de las 20 llegó en una avioneta. No utilizó un avión oficial, ni el vuelo de Aerolíneas que arribó a primeras horas de la tarde. Su visita fue coordinada con radicales catamarqueños y asistentes del gobernador Eduardo Brizuela del Moral.

- Ritos. Luego de ir a votar, la candidata del Frente para la Victoria, Lucía Corpacci, fue a visitar y llevarle un ramo de claveles rojos la tumba de su padre, Sebastián Corpacci, ex ministro de Gobierno del histórico Vicente Saadi, padre de Ramón Saadi. Lo mismo hicieron Luis Barrionuevo y su hermana Liliana, candidata a la gobernación. Fueron a ver a su hermano mayor. No se cruzaron de casualidad.

- Fervor. El fervor del FpV hizo estragos en el centro de la capital provincial. Los militantes rompieron la puerta de vidrio del Hotel Ancasti, bunker kirchnerista, cuando Lucía Corpacci salía junto a una marea humana de la conferencia de prensa. “Vamos Corpacci, vamos las mujeres”, gritaban las militantes en la plaza 25 de Mayo. Menos diplomático, un simpatizante le dedicó el triunfo a Brizuela parafraseando la máxima de Diego Maradona: “Gordo, la tenés adentro”.