“Tenemos una prueba de fuego por delante y el próximo 29 de abril vamos a reventar la Avenida 9 de Julio”, anticipó ayer Hugo Moyano al convocar a los trabajadores a participar masivamente del próximo festejo –anticipado– de la CGT por el 1º de Mayo. El secretario general fue el orador de cierre en el microestadio de Ferro Carril Oeste, donde junto a otros cegestistas recordó la histórica marcha contra la dictadura del 30 de marzo de 1982. El camionero sostuvo: “La lealtad se paga únicamente con lealtad y a mí me sobra lealtad para darles a los trabajadores argentinos”.

El acto en Ferro fue organizado por las 62 Organizaciones porteñas. Acompañado por su titular, el municipal Alejandro Amor, Moyano insistió en que el 29 de abril “vamos a demostrar a quienes nos atacan permanentemente si los trabajadores le creen al diario Clarín o le creen a Moyano”.

“Vamos a demostrarles que aquí no está en discusión Moyano, Moyano no interesa, aquí lo que interesa es que se respeten los derechos de los trabajadores. Y vamos a pelear palmo a palmo por defender las conquistas”, agregó. “A los trabajadores argentinos no nos van a llevar por delante, nunca más las leyes flexibilizadoras. Vamos a defender la dignidad que corresponde a los trabajadores. Esa es la tarea que tenemos por delante”.

Moyano cargó luego contra “esos que muchas veces critican a los dirigentes de los trabajadores que nos comemos las eses. Hay algunos que tienen muchos títulos y no se comen las eses, pero les comen la dignidad a los trabajadores”. En el microestadio estuvieron el hijo del secretario general de la CGT Facundo Moyano, titular de la Juventud Sindical, el diputado nacional Carlos Kunkel (Frente para la Victoria), Julio Piumato (Judiciales), Jorge Viviani (Taxistas) y Amadeo Genta (Municipales), entre otros.

La convocatoria al microestadio fue realizada con la consigna “30 de marzo de 1982. La CGT ganó la calle contra la dictadura”. Aquel día la CGT Brasil, conducida por Saúl Ubaldini –enfrentada a la CGT Azopardo, que encabezaba Jorge Triaca y que no movilizó–, llamó a un paro con marcha a la Plaza de Mayo. Los trabajadores no pudieron llegar frente a la Casa Rosada por un despliegue de tropas que incluyó el vallado del microcentro. Cuando los manifestantes llegaron se produjo una durísima represión que terminó con decenas de heridos y detenidos. El impacto político de aquella movilización quedaría diluido tres días más tarde, cuando Leopoldo Fortunato Galtieri anunció el desembarco en las Islas Malvinas.

Por supuesto, hubo reconocimientos a la figura de Ubaldini. También un agradecimiento a los dirigentes cegetistas que, tras el exhorto de la Justicia helvética pidiendo información sobre si Moyano está siendo investigado en la Argentina, apoyaron a su titular con el anuncio de un paro. “Sin ninguna duda tengo que agradecerle a todo el Consejo Directivo de la CGT y del sindicato de transporte por haber demostrado lealtad con quien les habla. Y la lealtad se paga únicamente con lealtad, y a mí me sobra lealtad para darles a los trabajadores argentinos”.

El ministro Amado Boudou recibió un nuevo gesto de apoyo de parte del camionero. “Estamos convencidos de que el compañero va a poder resolver todos los problemas de la ciudad de Buenos Aires, porque además de ser joven y capaz, tiene otra gran diferencia: todos los ministros de Economía han sido odiados; el único amado es Amado Boudou”, bromeó Moyano. Y consideró que si él estuviera gobernando la ciudad en lugar de Mauricio Macri, Plácido Domingo hubiera actuado en el Teatro Colón, porque Boudou hubiera solucionado el reclamo de sus trabajadores.