EL PAíS • SUBNOTA › LA ENCRUCIJADA EN LA QUE SE ENCUENTRA EL SOCIALISTA HERMES BINNER
El mismo gobernador ató su destino al triunfo de su candidato en la interna del socialismo de Santa Fe, quien no tiene asegurada la victoria. Aun cuando sortee ese obstáculo, enfrenta un dilema: aliarse a la UCR o explorar un acuerdo con Proyecto Sur y el GEN.
› Por Sebastian Abrevaya
“Si no ratificamos nuestra propuesta de gobierno en Santa Fe, no tenemos posibilidad ética y moral de participar en una fórmula nacional”, sentenció Hermes Binner. Con esa frase, el primer gobernador socialista en la historia argentina se metió solito en una profunda encrucijada. El mandatario santafesino encadenó su futuro político al resultado de la primaria del 22 de mayo, en la que su delfín, Antonio Bonfatti, se medirá con el titular del PS, Rubén Giustiniani, y con el radical Mario Barletta. Si gana, buscará encabezar un proyecto nacional, ya sea como vice del radical Ricardo Alfonsín o incluso liderando él un armado más amplio, que incluya a Proyecto Sur de Fernando “Pino” Solanas en la Capital Federal, a Luis Juez en Córdoba y a Margarita Stolbizer en Buenos Aires. “No hay ninguna posibilidad de compartir un espacio con De Narváez”, aclara a Página/12 un dirigente socialista del círculo más cercano del gobernador.
Binner llegó a la Casa Gris desde la intendencia de Rosario, que ocupó desde 1995 hasta 2003, cuando hizo su primer intento por alcanzar la gobernación de la tercera provincia del país. Aunque salió primero en cantidad de votos, perdió frente al peronista Jorge Obeid gracias a la Ley de Lemas. En 2005 fue diputado, cargo que abandonó para pelear nuevamente por el Ejecutivo provincial. En 2007, con el 48,6 por ciento de los votos, el Frente Progresista Cívico y Social –conformado por el PS, la UCR y la Coalición Cívica– se impuso sobre la fórmula del Frente para la Victoria liderada por Rafael Bielsa, que obtuvo el 38,79.
En estos cuatro años, Binner mantuvo una relación cordial con el kirchnerismo, siempre con su estilo “a la uruguaya”; lo cuestionó en el conflicto con el sector agropecuario y en la distribución de los fondos del Estado nacional, pero al mismo tiempo su partido acompañó la estatización de las AFJP y Aerolíneas Argentinas. Aunque se exploró la posibilidad de reformar la Constitución provincial para permitir la reelección, finalmente se mantuvo el texto original, y le quedó vedado un segundo mandato consecutivo.
“El es un político diferente. La lógica política era decir `arréglense ustedes y yo voy a lo nacional’. Pero él no lo entendió así”, asegura un socialista binnerista para explicar la expresión que abre esta nota. Contra lo que le indicaban las encuestas, el gobernador decidió apoyar a Antonio Bonfatti, su ministro de Gobierno, y enfrentar al senador Rubén Giustiniani, electo en 2009 con el respaldo de todo el partido, incluido el propio Binner. En los últimos meses, si bien Bonfatti creció en intención de voto y en conocimiento público, existen serias chances de que Giustiniani gane la primaria, poniendo a prueba las palabras del gobernador.
–¿Si Bonfatti pierde, Binner se va a la casa? –le preguntó Página/12 a un socialista que lo sigue a sol y sombra. “Hay que ver cuál es la construcción nacional. Eso no implica la posibilidad de trabajar en una alternativa”, respondió enigmático. Lo cierto es que, en caso de perder, el mandatario dejará en el camino la posibilidad de liderar él la fórmula presidencial, algo que no consideraban en primer término en su círculo más cercano pero que sí alentaban tanto otros dirigentes socialistas como desde Proyecto Sur y el GEN de Margarita Stolbizer.
Tanto Giustiniani como Ricardo Alfonsín aseguraron públicamente que la suerte del mandatario no está en juego el 22 de mayo, sino en las generales del 24 de junio, cuando el Frente Progresista, sea cual fuere el candidato, sepa si retiene o pierde el poder en la provincia.
“Proyecto Sur se equivoca de estrategia. Ellos dicen que quieren terminar con el bipartidismo y nosotros le demostramos que se puede hacer, como lo hicimos en Santa Fe. Es una cuestión de tiempo. Además, no podés regalar el desarrollo territorial que tiene la UCR en todo el país”, analiza un hombre que resume el pensamiento de Binner.
En un intento por acercar posiciones, los socialistas insisten en poner el eje en la construcción de un programa común, con el cual limar las diferencias entre Proyecto Sur y la UCR. Los más cercanos a Giustiniani consideran más interesante apuntar a un acuerdo sin los radicales, pero Binner sigue mostrándose con Alfonsín.
En la UCR también hay quienes desconfían de los socialistas y de la concreción de esta sociedad. “Si el gobernador de Santa Fe gana y Pino va a la Ciudad, entonces Binner se puede convertir en el referente de Proyecto Sur. Ahí no sé si Margarita Stolbizer, el socialismo y Proyecto Sur formarían una alianza”, sostuvo Cobos ayer desde San Luis, expresando también el pensamiento del senador Ernesto Sanz, entre otros. Tanto Sanz como Cobos y un sector del alfonsinismo apuestan a un acuerdo con De Narváez. Binner no fue explícito al respecto, pero en privado más de un socialista se lo ha dicho al propio Alfonsín: “Categóricamente no”. Si la UCR insiste, afirman que la sociedad se rompe.
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