EL PAíS
• SUBNOTA › EN ROSARIO CONFLUYERON LOS RECLAMOS CONTRA LA CORTE Y LA REPRESION
Otro clamor en nombre de la justicia
Por José Maggi
Desde Rosario
El edificio de los tribunales provinciales fue escenario ayer de la conjunción de dos protestas que tenían como objetivo un pedido singular: Justicia. Así confluyeron en Balcarce y Pellegrini, unas dos mil personas que pidieron –cacerolas en mano– la remoción de los miembros de la Corte Suprema de la Nación y los que clamaban justicia por las seis muertes ocurridas durante la represión de los saqueos el 20 de diciembre último. Desde la Asociación de Abogados Laboralistas se exigió el respeto al mecanismo constitucional de reemplazo de los nueve miembros y el rechazo a sus renuncias, que le permitiría eludir sus responsabilidades.
El grueso de los manifestantes se encolumnó detrás del cartel que los identificaba como integrantes de la Marcha por la Dignidad y la Vida y que había partido un rato antes desde un predio cercano. Allí estuvo sesionando el XVII Seminario de Formación Teológica bajo la consigna “Basta. Dignidad y vida en opción por los pobres para ponernos de pie”. A ellos se sumaron organizaciones de derechos humanos como Madres de Plaza 25 de Mayo y Abuelas y los ocasionales rosarinos que estaban dentro del edificio de tribunales.
Los presentes, que ocuparon todo el frente por calle Balcarce, reclamaron también por el esclarecimiento de las muertes de las víctimas de la represión durante los saqueos como Claudio Lepratti, Yanina García, Juan Delgado, Alejandro Villalba, Ricardo Pereyra y Graciela Acosta. Y lo hicieron con un gesto que denunciaba el silencio que se pretende imponer sobre los seis casos. Hubo entonces otras tantas personas que se amordazaron y que se quitaron las vendas uno a uno, para gritar con fuerza los nombres de cada una de las víctimas.
A su turno Víldor Garabelli, presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas –organizadora de la protesta contra la Corte– reclamó que todos sus integrantes sean removidos. Y que bajo ningún concepto sean aceptadas sus renuncias, “por que todos deben hacerse cargo de sus responsabilidades”.
De igual manera el letrado advirtió que “la próxima Corte Suprema deberá garantizar, con hombres probos, imparciales y capaces, la independencia del Poder Judicial”. Porque “ya no hay espacios para un Pacto de Olivos II”, concluyó.
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