La presentación en sociedad de la fórmula presidencial Binner-Morandini generó reacciones encontradas y disímiles. Desde el socialismo alineado con el kirchnerismo criticaron al flamante candidato a presidente por considerar que “sueña con un espacio imaginario”. La verdadera agenda de la izquierda democrática ya la viene desplegando la presidenta Cristina Fernández”, disparó el dirigente de ese espacio Oscar González. Críticas de otro estilo esbozaron desde el entorno de Francisco de Narváez. Su jefe de campaña, Daniel Amoroso, apuntó que son “los candidatos muletos del gobierno, que intentarán dividir los votos de la oposición”. Por su parte, el vicepresidente Julio Cobos dijo algo que no debe haber agradado a sus correligionarios radicales: que es “una buena fórmula, una alternativa más a la ciudadanía”.