¿Es proscriptivo el piso del 1,5 por ciento de los votos en las primarias exigido para que los partidos se presenten en las generales?

Leiras: –El sistema político argentino siempre ha sido muy permisivo para la presentación de candidaturas. Parece razonable que si una agrupación tiene la aspiración de competir a nivel nacional demuestre cierta organización y cierta capacidad. Sobre todo, porque eso no implica no competir a nivel local. Repasemos algunos datos. En 1983 se presentaron 50 partidos para las elecciones de diputados nacionales; en 1993 fueron 76 partidos; en 2001 fueron 86; en 2003 113 y en 2005 101 partidos. En el ’83 solamente el 8 por ciento de esos partidos se presentó en todas las provincias. Y desde el ’91 en adelante el porcentaje de los partidos que se postularon en todas las provincias nunca fue superior al 4 por ciento. Y en 2005 no hubo ninguno. Por eso, tomar una medida que limite esta fragmentación es concordante con el objetivo de formar mayorías de gobierno sólidas.

De Luca: –Hay que dejar en claro que es el 1,5 por ciento de los votos, no del padrón. Toda regla electoral fija un umbral de participación. A nivel de diputados nacionales, por ejemplo, el requisito es llegar al 3 por ciento del padrón, un límite mucho más alto que sigue vigente y del que nadie se queja. Es necesario tener cierto arraigo para postularse a cargos nacionales y, sobre todo, es necesario poner un límite a las pymes electorales, a los sellos de goma. A largo plazo, el piso del 1,5 puede tener un efecto beneficioso, incluso para los partidos que hoy más lo rechazan: los va a llevar a desarrollar construcciones más competitivas y menos testimoniales.