Como en cada elección, los candidatos aprovecharon la veda electoral para pasar un rato distendidos después de la agitada recta final de la campaña. La víspera de la primaria abierta, simultánea y obligatoria encontró a la presidenta Cristina Fernández reunida con su familia en Santa Cruz, luego de conocerse la triste noticia del embarazo perdido de su nuera. Entre los familiares con los que se reunió CFK en la casa de su hijo Máximo, se encontraba su hija Florencia, su cuñada Alicia Kirchner y Romina Mercado, hija de la ministra de Desarrollo Social.

El radical Ricardo Alfonsín tuvo algunas reuniones de trabajo en las oficinas que fueron de su padre, en la avenida Santa Fe, almorzó con sus hermanos y partió por la tarde a Chascomús, donde votará hoy. El peronista Eduardo Duhalde también hizo vida familiar en su quinta de San Vicente y concurrió a una misa en Lomas de Zamora, ya que la que tenía prevista para el jueves en Luján no la pudo realizar por la amenaza de un escrache y el viernes tampoco por el temporal.

El santafesino Hermes Binner almorzó en Lo Mejor del Centro, una parrilla recuperada por sus trabajadores y luego convocó a referentes socialistas en el histórico bar El Cairo. Binner fue el único que ayer tuvo un perfil público más, producto de la renuncia de dos funcionarios de su gobierno por su supuesta vinculación con el kirchnerismo local, lo cual fue desmentido por el candidato presidencial del Frente Amplio Progresista. El gobernador bonaerense Daniel Scioli jugó un partido de fútbol, Francisco de Narváez posó en bicicleta junto su familia y la líder del GEN, Margarita Stolbizer, compartió un almuerzo con su equipo de campaña.