Crear un clima de inestabilidad, hablarle indirectamente a la oposición, profundizar un perfil de “piloto de tormentas”, capturar al 50 por ciento de los votantes que no ratificaron a la Presidenta. Esas son algunas de las interpretaciones que consultores de opinión y analistas políticos hicieron de los dichos del ex presidente Eduardo Duhalde, quien comparó las primarias con la reelección de Carlos Menem en 1995 y la situación económica actual con la de 1998. Consultados sobre si esas declaraciones forman parte de una estrategia de cara a octubre, sobre si estuvieron dirigidas a la clase política o al electorado y sobre si esa línea argumental podrá favorecerlo electoralmente, consideraron que le será difícil llegar a segunda vuelta y liderar a la oposición.

“Todos los estudios cuantitativos y cualitativos indican que Duhalde es una figura antigua de la política y que ha sido superado por la historia.” Con esas palabras se expresó Ricardo Rouvier, quien sostuvo la hipótesis de que el ex presidente sufrió una pérdida de prestigio en los últimos años debido a que anunció reiteradas veces su retiro de la política para luego regresar a escena. En ese sentido, el titular de Rouvier & Asociados señaló que la imagen negativa de Duhalde supera ampliamente a la positiva y que, por lo tanto, el ex presidente está intentando cambiar su rol por uno similar al que en su momento cumplió Elisa Carrió, de la Coalición Cívica. Ese rol consistiría, para Rouvier, en “mostrar un supuesto saber que el electorado no tiene, porque la tormenta que avizora no la ve nadie más que él”. Ante la consulta sobre si esa apuesta podría multiplicar sus votos en las elecciones nacionales, el analista afirmó que “la estrategia de generar preocupación no va a darle buenos resultados”.

En un sentido similar se expresó Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), para quien lo expresado por el ex primer mandatario “forma parte de una estrategia tendiente a crear temor”.

El sociólogo señaló que, en base a sondeos, los votantes que no apoyan al Gobierno tampoco encuentran un modelo más contundente en los sectores opositores y que es esa insatisfacción la que produjo un resultado dividido entre la oposición. Para Bacman, la estrategia atemorizadora no será productiva para las elecciones de octubre. “Para reunir el 50 por ciento no alcanza con denunciar que estamos en 1998. Hay que tener un proyecto alternativo”, aseveró.

El director de Opinión Pública y Servicios de Mercado (OSPM), Enrique Zuleta Puceiro, es el único que sostiene que lo enunciado por el ex senador fue, en realidad, un mensaje para el resto de la dirigencia opositora: “Duhalde tiene la lectura de que ninguno de la oposición puede horadar el 50 por ciento y por lo tanto intenta crear un clima, pero intenta crearlo dentro de la oposición”, afirmó Zuleta.

A diferencia de los demás analistas, Zuleta aseguró que la de Duhalde “es una estrategia efectiva”, y agregó que “hizo una elección muy superior a la que esperaban de acuerdo a lo que decían las encuestas”.

Informe: Sol Prieto.