El diputado duhaldista José María Díaz Bancalari dejó en claro ayer la intención de un sector del oficialismo de apurar al máximo la suspensión de los miembros de la Corte Suprema. Díaz Bancalari, quien ingresó esta semana a la Comisión de Juicio Político, advirtió que se debía actuar con “celeridad” para que el proceso de remoción que Diputados puso en marcha la semana pasada no se vuelva “interminable”.
Sin embargo, otro sector de la Rosada es más de la idea de avanzar en una discreta negociación con los jueces –vía emisarios como el ex ministro León Arslanian o el jefe de la SIDE, Carlos Soria– para encontrar una fórmula de consenso para airear el Tribunal, principal blanco de los últimos cacerolazos.
Pero el hecho que dos de sus integrantes más identificados con el menemismo –Julio Nazareno y Eduardo Moliné O’Connor– hayan realizado declaraciones desafiantes a la BBC de Londres terminó por colmar la paciencia de algunos duhaldistas que temen que la pulseada le termine generando al Gobierno más costos que beneficios. De ahí que el PJ haya decidido colocar a Díaz Bancalari como miembro de la comisión en reemplazo del salteño Juan Manuel Urtubey.
“Sería insoportable para la sociedad que desde la acusación se den elementos para que esto se dilate hasta el infinito”, sostuvo Bancalari. Según la visión del diputado, para apurar el juicio no hay que dispersar energías investigando varias causas al mismo tiempo, sino avanzar en la que tenga más posibilidades. La Comisión de Juicio Político volverá a reunirse mañana para completar la recolección de pruebas que sostengan una acusación por “mal desempeño de funciones” contra los jueces.