EL PAíS
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Apostillas
- Rojo y Negro: En las primeras filas se codeaban varios ministros –Atanasof, Juan José Alvarez, Aníbal Fernández–, los diputados Eduardo Camaño y José María Díaz Bancalari, los intendentes Alberto Balestrini (La Matanza), Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó) y dos ultraduhaldistas como Antonio Arcuri y Hugo Curto, de Tres de Febrero. Entre tantos trajes oscuros sobresalía la estridente chomba naranja de Curto y el cabello rojizo de Teresa González Fernández, esposa de Solá, que concentró las miradas de todos sus compañeros del PJ bonaerense.
- Como French y Beruti: Antes de que empezaran los discursos, La Colorada repartió escarapelas blancas en repudio al bombardeo y la invasión de Estados Unidos sobre Irak. Balestrini y Pereyra las recibieron con docilidad pero luego intercambiaron algunas bromas. Pero más allá del inmutable humor de los duhaldistas, el rechazo a la guerra fue uno de los temas que apareció en todos los discursos. “La guerra es la derrota de la política”, dictaminó Solá, mientras que Kirchner cerró su arenga final con un “no a la guerra, sí a la paz”.
u Rap del Himno: Varios dirigentes apenas pudieron contener las carcajadas cuando comenzó a sonar el Himno Nacional en la versión del tenor argentino Darío Volonté. La canción tenía un arreglo musical extraño y sonaba más rápido de lo normal. Solá aprovechó el tema para hacer un chiste: “Kirchner tardó dos horas y 43 minutos para llegar a La Plata. Y Darío Volonté nos hizo cantar el Himno en dos minutos 43 segundos”, bromeó.
Nota madre
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