Si logra, como lo marcó el resultado de las primarias, retener las 14 bancas que pone en juego, el kirchnerismo conservaría en el Senado –con el aporte de sus aliados más cercanos– un ajustado quórum (37 sobre 72 senadores) con el que consiguió, a lo largo de los últimos dos años, frenar allí los embates de la mayoría opositora en Diputados. Sería un reaseguro para el oficialismo, que –de todos modos– si hoy repite el desempeño electoral del pasado 14 de agosto, volvería a tener el control de la Cámara baja.

De mantenerse hoy en las urnas en el resultado de las PASO, el FpV conseguiría 32 senadores propios, con los que sumados a sus cinco más cercanos aliados –los fueguinos de Nuevo Encuentro (2), el neuquino MPN (1), la santafesina Roxana Latorre y la rionegrina María Bongiorno– alcanzaría los 37 necesarios para el quórum propio. Eso le permitiría tras el recambio legislativo de diciembre recuperar el control de la Cámara alta y de sus comisiones legislativas, ahora en manos del variopinto conglomerado de la oposición.

El resultado de las primarias del 14 de agosto pasado ahuyentó los fantasmas que agitaban distintos pronósticos opositores. El FpV retendría hoy los dos senadores que arriesga como mayoría en las provincias de Buenos Aires, San Juan, La Rioja, Jujuy, Santa Cruz y Formosa, donde recuperaría una banca tras la deserción de la senadora Adriana Bertolozi de Bogado, que renunció al bloque oficialista y se alineó con la oposición.

El oficialismo también conservaría su condición de minoría y una banca por San Luis y debe dar pelea en Misiones para salir victorioso o empatado en la disputa general por el control del Senado, ya que los tres senadores salientes por esa provincia están encolumnados con el kirchnerismo. El oficialista Frente Renovador de la Concordia –y aliado del gobierno nacional– se alzará con los dos senadores de la mayoría, mientras que el FpV le sacó apenas un haz de luz de ventaja (1000 votos con el 15,95 por ciento) a la UCR (15,71) en la disputa por la banca de la minoría.

Tampoco habría demasiados cambios en la composición de la bancadas opositoras, aunque en la elección de hoy deberán dar algunas peleas difíciles. La UCR retendría la banca por la minoría en Santa Cruz, Jujuy y Formosa, con lo cual su bloque seguiría como segunda minoría en la Cámara alta con 18 senadores. Sólo lograría una banca más si logra revertir el resultado, se queda con el segundo lugar en Misiones y el senador por la minoría. Lo que volvería a equiparar las fuerzas entre oficialistas y opositores en la Cámara alta.

Algo parecido sucedería con el cada vez más disperso abanico del Peronismo Federal. Alberto Rodríguez Saá no tendría problemas para mantener las dos bancas en San Luis y se alzaría con la minoría en San Juan, donde su candidato salió segundo en las PASO, con lo que se quedaría con la banca del también peronista disidente Roberto Basualdo.

La más complicada es la senadora por Buenos Aires, Hilda “Chiche” Duhalde, que va por su reelección. Aunque la esposa del ex mandamás del PJ bonaerense alcanzó el segundo lugar en las primarias, el retroceso de su marido en las encuestas hace peligrar su reelección donde el denarvaísta Pepe Scioli –que encabeza la boleta de Udeso– le pisa los talones y el repunte del FAP también coloca con chances de llegar al Senado a Jaime Linares.

La otra banca del PJ disidente está en manos del riojano Carlos Menem, que también salió segundo en las PASO de su provincia, detrás del FpV, y ahora hace campaña pidiendo cortar boleta a favor de la Presidenta. Aunque su voto fue decisivo cuando el entramado opositor del Grupo A se quedó con mayoría de miembros en todas las comisiones del Senado y él con asientos en tres de las comisiones estratégicas: Presupuesto, Asuntos Constitucionales y la de Acuerdos, que dictamina sobre los pedidos del Poder Ejecutivo para el nombramiento o remoción de funcionarios públicos. Entre ellos jueces y militares.