El vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Moscariello (PRO), denunció ayer a “los grupos organizados de personas que por la fuerza y con violencia intentaron irrumpir en la Legislatura”, según él, para impedir que se sesione. Estos incidentes ocurrieron por la tarde-noche del jueves pasado, cuando, según la denuncia, hubo hasta un intento de incendiar el edificio por parte de los manifestantes. Moscariello también responsabilizó “por inacción” a la Policía Federal. La legisladora macrista Victoria Morales Gorleri hizo saber que hoy presentará una denuncia por lesiones contra su persona.

Según la denuncia de Moscariello, el titular de la Dirección General de Seguridad de la Legislatura, Marcelo Rochetti, llamó varias veces al 911 para que intervenga la Policía Federal. “No hay orden superior de intervenir”, le habrían contestado en esa línea. Moscariello denuncia entonces a la Federal “por los delitos de intimidación pública, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona”.

En el texto se describe lo hecho desde del recinto para repeler a los manifestantes: “Los empleados de seguridad arrojaron agua y luego, desde los balcones del primer piso, la Policía Metropolitana disparó agresivos químicos con el fin de dispersar a los violentos”. Mientras tanto, agrega, los manifestantes intentaron ingresar por la fuerza e incendiar la entrada de la calle Hipólito Yrigoyen.

“Las irregularidades observadas a cargo de los funcionarios responsables de la seguridad pública, que debieron velar por la seguridad de las personas y los bienes en los hechos de violencia sucedidos, consistieron en no intervenir deliberadamente –señala el texto–, incumpliendo con los deberes a su cargo, y abandonando a ‘su suerte’ tanto a los integrantes del Cuerpo Legislativo que se encontraban debatiendo dentro del edificio, al personal de la Legislatura y público presentes, como así también a aquellos manifestantes que se encontraban pacíficamente concentrados en el lugar.”

Moscariello solicita que la Justicia cite al jefe de la Policía Federal Argentina, Enrique Rubén Capdevila, “para que informe quién le dio la orden de no intervenir en los sucesos de violencia detallados”, y acusa a quienes protagonizaron los hechos violentos de “infundir un temor público”.