EL PAíS
• SUBNOTA › LA CARTA QUE RECIBIO AMNESTY INTERNATIONAL
O corrupción o posibles asesinos
› Por Adriana Meyer
Lourdes Di Natale dejó un sobre en una escribanía “por si le pasaba algo”. Tras su muerte, ocurrida hace un mes, persiste el misterio sobre su contenido. “Hay dos posibilidades: o tiene más datos sobre algún caso de corrupción, o nombra allí a quienes serían responsables si perdía la vida”, especuló ante Página/12 una alta fuente de caso. Uno de sus abogados alimenta el suspenso y afirma que se trata de la segunda hipótesis. ¿A quiénes marcó Di Natale? ¿A sus ex jefes Carlos Menem y Emir Yoma? La respuesta es afirmativa. ¿Hay más nombres? “Un empresario que tiene casa en Marbella.” ¿El traficante Monzer Al Kassar? El letrado asiente. La ex secretaria del poder menemista le había pedido a la escribana Erica Holtmann que si ella moría enviara el sobre a la sede central de Amnesty International. Todo indica que su voluntad se cumplió, pero el sobre ya estaría viajando nuevamente de Londres a Buenos Aires.
Tanto en la sede local de Amnesty como en la central londinense se mostraron herméticos e incómodos por aparecer de pronto involucrados en un caso que tiene más que ver con la corrupción vernácula que con violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, Página/12 pudo saber que, precisamente por ese motivo el misterioso sobre habría sido remitido de regreso a la Argentina. Cuando conozcan su contenido, los investigadores de la muerte de Di Natale decidirán si lo remiten a otro juzgado o lo incorporan al mismo expediente del fallecimiento de la mujer. La fuente consultada consideró que es una “pieza esencial” de esta trama, y por lo tanto ni el fiscal Donoso Castex ni el juez Farías podrán ignorarlo. Si Di Natale tenía más para decir sigue siendo un enigma, pero el letrado cree que alguien podría querer silenciarla para que “no moleste en la campaña electoral con información sobre Zulemita Menem”. Su abogado sostiene que también falta del departamento de la calle Mansilla el apunte que preparaba Di Natale para declarar en la causa armas. En el juzgado de Julio Speroni la hubieran escuchado si se presentaba pero no tenían interés en citarla. Tampoco estaba convocada a declarar en la investigación sobre la explosión de la fábrica de Río Tercero.
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