Uno tiene la sonrisa fácil y un acento extraño, que ostenta con orgullo alargando las vocales cuando quiere recalcar una idea. El otro, por oposición, se mueve con la torpeza y el nerviosismo de un ex militar que parece siempre enojado. Tan diferentes desde la imagen –forman un contrapunto como los protagonistas de una película de acción–, Adolfo Rodríguez Saá y Aldo Rico comparten una misma “doctrina” y una apasionada opción por lo que se puede llamar “nacionalismo”. Ayer se prodigaron elogios y se pronosticaron triunfos en las elecciones para presidente y gobernador. “En la provincia de Buenos Aires tenemos una fórmula invencible”, dijo Rodríguez Saá sobre Rico. “No podemos seguir con la política menuda, hay que recuperar los proyectos estratégicos”, dijo Rico citando a su aliado. Pero además de alabanzas, también compartieron un chiste que buscaba esmerilar, otra vez, a Néstor Kirchner. “Dicen que no pudo llenar la cancha porque Palacios no le prestó los colectivos”, bromeó Rodríguez Saá. “El Bocha” Palacios, entre sonrisas, contestó en voz baja: “Puede ser”.