El acuerdo alcanzado en Capital Federal entre Elisa Carrió y Aníbal Ibarra se extiende más allá del apoyo de la chaqueña a la reelección del actual jefe de Gobierno. Por estas horas, operadores de ambos negocian el complicado armado de la boleta de aspirantes a diputados nacionales. No es una tarea fácil, ya que allí se debe expresar el acuerdo que Ibarra alcanzó con distintas fuerzas políticas.
Por ahora, y hasta las 24 del próximo sábado, lo único definido son los nombres que están en danza. Fuentes del gobierno porteño sostienen que la lista estará conformada por la kirchnerista Juliana Marino, el socialista Raúl Puy, el ibarrista Ariel Schifrin y el arista Eduardo Jozami. Por ahora, el único que está en duda es Claudio Lozano, no porque Ibarra no lo quiera sino porque todavía no respondió el economista estrella de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
El sector que representa la actual legisladora Marino también impulsa la participación de otro de sus referentes, el ex juez Eduardo Luis Duhalde. Las negociaciones todavía no terminaron. El ARI, por pedido expreso de Carrió, pretende dos puestos en la boleta, uno de ellos para Jozami y el otro para la actual legisladora Delia Bisutti. El encargado de llevar adelante las negociaciones por el partido de la chaqueña es el bonaerense Rafael Romá. Este no sólo tiene que mantener largas conversaciones con los enviados de Ibarra, sino que también tiene la difícil tarea de calmar las ansiedades de sus compañeros del ARI porteño.
Trascendió que a Carrió le gusta la idea de que Lozano encabece la nómina de los diputados nacionales. Le gusta tanto como que Jozami sea el segundo de la lista y el quinto puesto esté destinado a Bisutti. Pero todavía no hay nada cerrado. El problema es que los puestos con mayores posibilidades de acceder a una banca de la Cámara baja no pasan del quinto lugar. Esto les quita posibilidades a los negociadores de Ibarra porque una vez superado este lugar el resto de las candidaturas prácticamente son para completar la boleta.
Ahora bien, si el armado de diputados nacionales es complicado, el de legisladores porteños no es menor. Hasta ahora lo único seguro es que el socialista Norberto La Porta encabezará la lista. Este aspira además a poner a otro hombre del PS en la boleta. El ARI quiere tener cinco escaños, de los cuales uno está destinado para el actual diputado Fernando Melillo. Los radicales que responden a Gabriela González Gass también están en la búsqueda de un puesto en el paraguas ibarrista.