No es tiempo de buenas noticias para el PRO en terreno judicial. El procesamiento del asesor Jaime Duran Barba viene a coronar la confirmación del procesamiento del propio jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hace 10 días, en la causa por las escuchas ilegales. La Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal dejó firme la decisión del juez Norberto Oyarbide que terminó a un paso del juicio oral. Además, el mismo tribunal resolvió rechazar el pedido de recusación a Oyarbide presentado por la defensa de Macri. En la misma causa, el ex ministro de Educación Mariano Narodowski obtuvo un resultado negativo por parte de la Cámara Federal, a quien también le había pedido que revisara su procesamiento.

La decisión judicial de procesar a Duran Barba volvió a poner en primer plano la compleja situación de Macri, investigado como “miembro” de una asociación ilícita destinada a las escuchas telefónicas ilegales. Después del revuelo político que provocó la renuncia y detención del primer y el segundo jefe de la entonces flamante Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios y Osvaldo Chamorro, la causa judicial siguió su curso, en el que también se encarceló a Ciro James, ex policía y ex empleado del Ministerio de Educación porteño, responsable de llevar adelante el espionaje.

Puntualmente, a Macri se lo acusa de haber participado en las escuchas del dirigente de la comunidad judía Sergio Burstein y de Daniel Leonardo, cuñado del jefe de Gobierno porteño. Los abogados de Leonardo pidieron que se lo juzgue en calidad de jefe de esa asociación, lo que implicaría una pena mayor en caso de ser considerado culpable. La defensa del jefe de Gobierno había pedido el apartamiento de Oyarbide por los supuestos dichos del magistrado al ex senador menemista Héctor Maya. “A Macri me lo llevo puesto”, dijo Maya que le dijo Oyarbide.

La respuesta del tribunal fue contundente. En sus argumentos, Ana Figueroa sostuvo que la recusación no puede usarse para que Macri “haga variar a su gusto qué magistrado desea que intervenga”. Raúl Madueño consideró que “no se observa ni se ha demostrado la afectación de garantías constitucionales que den sustento a las recusaciones”.

Desde entonces, Oyarbide inició el proceso burocrático para elevar la causa a juicio oral, consultando a las partes y corriendo vista al fiscal del caso Jorge Di Lello para que dictamine. Posteriormente se realizaría el sorteo del tribunal oral que llevará adelante la nueva etapa del juicio.

Narodowski sufrió el miércoles pasado el mismo revés judicial, esta vez por parte de la Cámara Federal porteña, que calificó de inadmisible la apelación realizada por el ex ministro de Educación. Los jueces remarcaron que no se trata de una sentencia definitiva y consideraron que no había demostrado la invocada “gravedad institucional”.