La Presidenta también hizo referencia a una nota del diario Clarín del domingo en la que el dueño de una inmobiliaria, Jorge Toselli, relataba que solía firmar entre 12 y 15 boletos de compra por mes. “El mes pasado apenas cerramos dos”, sostuvo, en relación con las medidas sobre los dólares. También hablaba otra persona, que era presentada como “un empleado”. “Quería comentar cómo estamos sujetos todos los días a operaciones de las que yo les digo de desánimo”, sostuvo CFK. “Un diario –que ya se imaginarán cuál es– hablaba el domingo de tres historias de la desaceleración de la economía y en una aparecía un señor de una inmobiliaria y comentaba que no le entraba nadie. Aparte un señor con cara, pobre, de que no tiene nada que hacer y la verdad es que me interesé porque digo: ‘A ver si le impactó mal, cómo viene esta mano si este hombre venía tan bien’”, relató la Presidenta, que enseguida informó que “esta firma no presentaba declaraciones juradas de Ganancias desde el año ’97. Aparte, el que aparecía como empleado no era empleado, era socio. Lo llamé al señor Echegaray, que es el titular de la AFIP, porque las inmobiliarias tienen un sistema de alertas en la AFIP. Hay algún problema, o mintió en el diario o le mintió a la AFIP”, afirmó CFK, que terminó su discurso señalando que la libertad de expresión es ahora mayor que nunca: “Formo parte de una generación que creció con la boca tapada y por eso no quiero que se le tape la boca a nadie”.