El intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, se destacó el año pasado como el que obtuvo el mejor resultado en la provincia de Buenos Aires: casi el 90 por ciento de los vecinos de ese partido lo eligió. Unos meses más tarde, en una situación más complicada, no pierde el optimismo, aunque reconoce que debe encararse “un período de reacomodamiento” para pasar sin sobresaltos la crisis económica. “Ha habido un cambio de atmósfera pero la situación es aceptable”, desdramatiza.

–¿Las dificultades económicas de la provincia afectan al municipio?

–No ha habido cambios que se noten. Los programas se están sosteniendo. Los giros por coparticipación se usan de manera automática, por ley, y todos los programas están llegando, quizás un poquito más lento pero de acuerdo a lo dispuesto. El paro docente o el de judiciales afecta a la vida cotidiana, pero no a la administración, que mantiene la misma dinámica que desde principio de año. Nosotros tenemos un municipio con capacidad de ahorro, tenemos los sueldos al día, también el aguinaldo, y con dos masas salariales de reserva en caso de que sea necesario.

–¿Las diferencias entre provincia y Nación perjudican el día a día?

–Eso se vive más en el microclima de la política, pero cuando llega a la gente puede generar cierta preocupación dado que los que tenemos la responsabilidad de gobernar se espera que estemos concentrados en eso y no en otra cosa.

–¿Va a bajar el ritmo de la obra pública?

–Nosotros seguimos trabajando de la misma manera. El modelo que lleva adelante el gobierno nacional tiene en la inversión en obra pública uno de los pilares como dinamizador de la economía, eso se ha sostenido con esfuerzo y con esfuerzo se va a sostener en este que es un año más complejo que años anteriores. Este es un año en donde es necesario hacer esfuerzos, cada uno de los actores, no sólo desde el Estado sino de los distintos actores de la vida económica, para que aun frente a las dificultades podamos aprovechar las oportunidades para seguir en la senda del crecimiento.

–El año pasado fue elegido con más del 80 por ciento de los votos, ¿ese clima se mantiene o cree que cambió en estos meses?

–Ultimamente hay un cambio de atmósfera en general, que quizá no nos afecte tanto a los que tenemos contacto directo, cara a cara con los vecinos, como es el caso de las intendencias. No obstante, la situación es aceptable y similar a todo lo que fue el primer período de gestión del 2007 en adelante, en todos los niveles del Estado. Hay un cambio de humor pero la gente sigue acompañando porque sabe que somos nosotros los que aún en situaciones adversas tenemos la capacidad de dar soluciones.

–¿Qué perspectiva tiene para el futuro, económicamente hablando?

–Habrá un período de reacomodamiento, de búsqueda de soluciones, de producir los ajustes que haya que producir en las áreas que se necesite, para que, más allá de los matices políticos, la situación en general no termine afectando la confianza y las perspectivas de los ciudadanos en el Estado y las instituciones y, como consumidores, en la fortaleza de nuestra economía.