EL PAíS • SUBNOTA › EL ALCANCE DE LOS DECRETOS
› Por Oscar Ranzani
Los anuncios en materia cinematográfica que realizó ayer Cristina Kirchner produjeron respuestas satisfactorias en el mundo audiovisual. Además de la creación de un polo cinematográfico, la Presidenta firmó dos decretos: uno de ellos, el 1528, permite a las productoras de contenidos audiovisuales, digitales y cinematográficos acceder a los mismos beneficios que se otorgan a la industria. El otro, el 1527, aumenta el monto máximo destinado a los subsidios a la industria cinematográfica y eleva el tope máximo del subsidio que otorga el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) para películas nacionales: lo lleva de 3,5 millones de pesos a 5,5 millones, con el objetivo de que los films argentinos compitan en el mercado nacional y puedan insertarse también en el internacional.
Según se anunció, el decreto 1528 les otorga a las “productoras de contenidos audiovisuales, digitales y cinematográficos”, ya sean “públicas, privadas o mixtas”, el lugar de actividad productiva industrial, para que puedan tener los mismos beneficios que ese sector. El decreto establece que se creará “en el ámbito de la Secretaría de Comunicación Pública” el “Registro de productoras de contenidos audiovisuales, digitales y cinematográficos”, de acuerdo con los compromisos que deberán asumir, como “mantener la cantidad de personal empleado a la fecha de su inscripción en el referido Registro”. Cristina Fernández explicó que se trata de una actividad que “no ha sido considerada como industria” y afirmó que se trata de “una de las más importantes porque transmite cultura y valores”, al considerar que los argentinos “no sólo somos números, sino ideales y valores”.
El decreto 1527, en tanto, apunta, entre otros tópicos, a que las películas argentinas que requieren una mayor producción puedan realizarse. Y que los films nacionales más grandes se vuelvan más competitivos con el resto de los internacionales. “Nosotros vamos viendo cuánto van costando las películas, cuánto van necesitando las películas más grandes para atraer coproductores”, señaló a Página/12 la presidenta del Incaa, Liliana Mazure. El tema es que cuando un coproductor extranjero decide invertir en una película argentina siempre consulta cuánto es el monto que invertirá la parte local. De modo que esta medida traerá aparejado que aquellos argentinos que tengan la posibilidad de coproducir puedan conseguir, como consecuencia, más dinero internacional, ya que los coproductores extranjeros sabrán que cuentan con una base ya garantizada. Aunque es necesario aclarar que no sólo las coproducciones serán las que accederán al tope máximo del subsidio.
“Trabajamos sobre los temas con todo el equipo del Incaa. Ultimamente estamos trabajando mucho con el Ministerio de Planificación Federal, el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Medios y Comunicación, la Jefatura de Gabinete. Estamos ahora articulando políticas con las universidades. Y de aquí surgen las diferentes necesidades y llegan a la Presidenta. Ella tiene esa capacidad extraordinaria de poder ver las necesidades de cada etapa, poder sintetizarlas y poder salir a resolverlas siempre con una instancia superadora, porque la creación del polo cinematográfico es algo extraordinario y los dos decretos también son extraordinarios”, concluyó Mazure.
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