- Marcelo Pecorelli. Ex subjefe de jurídicos de la Policía Federal, denunciado por el Poder Ejecutivo por exacciones ilegales, tráfico de influencias, negociaciones incompatibles con la función pública, enriquecimiento ilícito y violación de sus deberes funcionales.

- Juan Ramos Padilla, juez que investigó la denuncia y ordenó escuchas telefónicas. En 1987 declaró inconstitucional la ley de obediencia debida.

- Ricardo Oscar Sáenz, fiscal de Cámara sorprendido en conversaciones con Pecorelli en las que trata de ayudarlo a evitar las consecuencias de la causa. Hace dos décadas, Moreno Ocampo pidió que lo sacaran del fuero federal por dejar en libertad a un narcotraficante.

- Luis Osvaldo Rodríguez, juez federal que intenta quitarle la causa a Ramos Padilla. Coleccionista de parafernalia nazi, su pliego fue objetado por varios organismos defensores de los derechos humanos. Es uno de los “amigos” a los que se refiere Pecorelli. Ante el Consejo de la Magistratura, admitió ser amigo y compadre de Javier Fernández, aunque dijo que nada sabía de una red judicial paralela ni de la Secretaría de Inteligencia.

- Jorge Rodríguez, juez federal de Morón, uno de los que la Corte Suprema puso a cargo de la descontaminación del Riachuelo. Pecorelli lo menciona en clave como “ACUMAR”, pero en otras conversaciones da su nombre, apellido y cargo.

- Sebastián Rodríguez, “el hijo de Acumar”. Trabaja en el Banco Central, pero a pedido del padre se convierte en “la mano de derecha” de Pecorelli en su estudio.