–¿Qué opina de Luis Patti? –le preguntó Página/12 a Hernán Lombardi.
–Que no tiene nada que ver ideológicamente con nosotros. Su florecimiento en las encuestas se debe a la impotencia de Solá y el PJ para solucionar la inseguridad. Es un candidato unidireccional que enfoca sólo un problema. Pero creo que no soluciona la inseguridad.
–¿Y de Rico?
–Es más grave, porque es un militar que atentó contra la democracia. Es funcional a Duhalde y tiene espacio en los medios porque es como Piñón Fijo: tiene actitudes payasescas y se pinta la cara. El espectro político está bastante claro: el duhaldismo hace una apuesta central por Solá y lateral por Rico, el menemismo está centralmente con Patti y lateralmente con Rico. En cuanto a Solá, hay que decir que el duhaldismo es el aparato más sórdido de la política argentina, hace 16 años que gobierna la provincia. Solá fue ministro de (Antonio) Cafiero, estuvo con Duhalde, con Menem y con Ruckauf. Solá es Duhalde. Es un producto de la política de Duhalde.
–¿Cómo solucionaría la crisis de inseguridad?
–La provincia tiene una agenda amplia y no queremos que sea el único tema de la campaña, pero evidentemente es crucial. En primer lugar un diagnóstico: yo siento vergüenza ajena con lo de los desarmaderos, parece que hace 18 días se ha descubierto que hay desarmaderos. Todo el mundo sabía dónde estaban, pero lo que pasa es que hay una red, que implica a los punteros, los policías corruptos y los delincuentes, que impide tratar el problema de la inseguridad. Nuestra propuesta es sistémica, abarca desde el régimen legal, que ha colapsado; el servicio de justicia, acercando los fiscales a los vecinos; la policía, a través de una reforma estructural, con policías municipales, y las cárceles, para sacar a los presos de las comisarías. La clave es fortalecer la autoridad pública frenando el autoritarismo.
–En la campaña su jefe político, Ricardo López Murphy, propuso bajar la edad de imputabilidad a los 12 años. ¿Está de acuerdo?
–Primero hay que poner en marcha esta batería de medidas y recién después ver si hay que tocar los temas penales.
–Otra de las propuesta consistía en devolverle a la policía la facultad de interrogar detenidos.
–Tenemos que avanzar en un sistema con policías que dependan de los municipios, tenemos que poner fiscales en cada lugar. Hay que hacer funcionar primero este mecanismo y después analizaremos si hay que buscar nuevos mecanismos.
–¿Qué opina de la decisión de que los fiscales interroguen a los sospechosos?
–Es un parche. Son golpes publicitarios, golpes de efecto. No hay una política, hay acciones contradictorias, que buscan el efecto. Y mucha hipocresía: ¿o acaso no sabían que el jefe de policía tenía una cuenta en el exterior?