En dos fallos diferentes, la Justicia porteña ordenó al Gobierno de la Ciudad que garantice las vacantes de dos niños en las escuelas elegidas por sus padres y de acuerdo con lo indicado por el reglamento escolar. La titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nº 6, Patricia López Vergara, resolvió en uno de los casos que fuera respetada la inscripción de una niña en la escuela cercana al lugar de trabajo del padre y, en otro, que un niño fuera inscripto en la misma escuela en que su madre se desempeña como maestra.

A la niña M., de 2 años, sus padres la habían inscripto para el nivel inicial en una escuela de jornada completa, que marcaron como única opción. A principios de diciembre, el Gobierno de la Ciudad les informó por correo electrónico que no había vacante disponible para la niña. Días después les llegó otro mail de bienvenida a un jardín en el que nunca la habían inscripto, y cuya ubicación “excede ampliamente el radio del domicilio laboral previsto en la normativa aplicable para la asignación de vacantes”. La jueza López Vergara ordenó al gobierno porteño inscribir a la niña en el jardín solicitado por sus padres o en uno cercano.

En el segundo caso, el amparo fue para reclamar por un niño de un año y cuatro meses a quien su madre inscribió en la misma escuela en que ella se desempeña como docente, por lo que le corresponde “acceso directo para el ingreso a nivel inicial”. La vacante le fue negada y, a pesar de los reclamos al Ministerio de Educación, la madre “no ha obtenido respuesta alguna”. En su caso, López Vergara ordenó asignar vacante al niño en el plazo de cinco días.