Saludo. El papa Francisco llegó a la residencia Santa Marta a bordo de un automóvil azul que lo dejó en la entrada. Cuando bajó, escuchó a los periodistas argentinos y se acercó a saludarlos uno por uno. “Primero a la reina”, dijo por su amiga Alicia Barrios, enviada por el diario Crónica. “Agradezco lo que hacen, respeto mucho su trabajo”, dijo Francisco a los periodistas y envió a través de ellos “una bendición especial a todos los argentinos”. Cruzó una broma con un italiano que pidió darle la mano y, cuando se iba, también saludó a quienes le gritaban en la visita a la cúpula de San Pedro, a más de 40 metros de altura. Después también bajaron asistentes y les entregaron a los periodistas rosarios bendecidos como recuerdo.

Limpieza. A propósito de la Basílica de San Pedro, quienes habían viajado para la asunción de Francisco como papa, el año pasado, recordaban el edificio rodeado de andamios. Ayer, pudieron apreciar el resultado del trabajo y maravillarse con la blancura de los muros y estatuas exteriores, prácticamente como si fueran nuevos. Al parecer, la limpieza en el Vaticano abarca todos los rubros.

Documentos. Ayer se supo que, en verdad, una comitiva de funcionarios y religiosos argentinos que visitó días atrás el Vaticano le había alcanzado al papa Francisco el pasaporte y el DNI que renovó en febrero, por lo que la especulación acerca de que podía llevárselos la Presidenta fue errónea. El primer viaje donde usaría la documentación sería a Tierra Santa.