Con un aire de aquella histórica contracumbre en rechazo al ALCA realizada en Mar del Plata en 2005, los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Nicolás Maduro; de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de Bolivia, Evo Morales, hicieron ayer un fuerte llamado a la unidad de los pueblos latinoamericanos ante la posibilidad de una “restauración conservadora” en la región. Los mandatarios encabezaron el Encuentro Plurinacional y Social de los Pueblos y estuvieron acompañados por el canciller argentino, Héctor Timerman; el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el vicepresidente iraní, Eshaq Yahanguirí, entre otros representantes de los 133 países que luego participarían de la apertura de la cumbre del G-77 + China.

“Unidos a nivel latinoamericano podemos hacer escuchar nuestra voz a nivel internacional para cambiar un orden que no sólo es injusto, sino inmoral, que no está en función de la lógica, sino del más fuerte, del capital, controlando las sociedades. Esto tiene que cambiar”, exclamó Rafael Correa, en un encendido discurso en el que recordó los gobiernos de Lula da Silva, Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Michelle Bachelet, entre otros. El presidente de Ecuador alertó sobre el intento de “restauración conservadora” en la región, cuestionó a los “instrumentos de destrucción masiva de la verdad, que se dicen medios comunicación” y “las ONG que no son ONG sino organizaciones de otros países en nuestros territorios”.

Todos los presidentes criticaron al gobierno de los Estados Unidos y dieron su apoyo al gobierno venezolano. “El imperialismo y los oligarcas que no pudieron contra el presidente Chávez en 18 elecciones, el golpe de Estado y petrolero, piensan que ha llegado el momento de destruir la revolución bolivariana y derrocar al gobierno de Maduro, empleando métodos de guerra no convencional”, denunció Castro.

“Nuestro pueblo seguirá batallando ante cada conspiración. Ya vemos cómo el imperio del Norte conspira contra países independientes del mundo”, aseguró Maduro, quien llamó a “levantar las banderas de la lucha contra el intervencionismo imperial y las nuevas formas de colonialismo del siglo XXI”. Evo Morales, por su parte, señaló que el gobierno de Obama tendrá en América latina su “segundo Vietnam” si sigue “agrediendo a los pueblos”. “Vamos a defender la democracia, la soberanía y la dignidad”, remató.