Los debates en la oposición son públicos y deberán resolverse en los próximos meses. En primer lugar, hay un mano a mano entre Sergio Massa y Mauricio Macri. Pero el tercer protagonista, el frente Unen, está en ebullición, con márgenes grandes de incertidumbre hasta el momento.

“Así como es difícil pronosticar el camino del oficialismo –dice Fidanza–, es también difícil pronosticar qué ocurrirá con Unen. En principio, me atengo a lo que constatamos hasta ahora: la oposición tiene dos precandidatos consolidados, que son Massa y Macri, mientras Unen no puede aún definir a su candidato, porque espera a las PASO. El efecto de esa situación es una declinación progresiva del voto a la coalición y una consolidación de Massa y Macri, que se están repartiendo los votos radicales y socialistas. Me inclino por ahora a pensar que Unen perseverará en la búsqueda de una candidatura nacional, aunque dando mucha libertad a las provincias. En rigor, no tiene otra posibilidad que ser permisible en materia federal, de lo contrario los acuerdos locales se efectuarían igual, con un previsible desgaste de las conducciones nacionales.”

Una mirada muy particular es la de Manuel Mora y Araujo: “Massa y Macri son los candidatos que parecen más probables. El mismo razonamiento anterior lo pueden hacer los dirigentes radicales. En caso de que prefieran maximizar bancas, distrito por distrito, podrían elegir algo así como sacrificar la presidencia –que, en todo caso, sería difícil de alcanzar– y maximizar distritos útiles en el Congreso”.

Para Hugo Haime “está claro que Massa y Macri son los candidatos que continuarán la carrera electoral. La situación de Unen es más complicada, porque no logra consolidar un espacio que permita proyectar ni coherencia ni gobernabilidad. Las conversaciones de los principales dirigentes radicales con Ma-ssa y con Macri muestran que la UCR es una fuerza con raigambre en los territorios, pero sin proyección nacional. Es muy probable que Unen se parta. En las presidenciales el sector más progresista se unirá a Massa y el otro sector tiene destino más incierto. Hermes Binner puede ser candidato a presidente sin chances o volver a ser gobernador. Elisa Carrió podría aliarse con Macri. Y Unen quedaría reducido a Pino Solanas. No creo que tengamos novedades sobre Unen hasta comienzos del año próximo. Si estalla, obviamente crecerán Massa y Macri y en las PASO el electorado mirará cuál es el opositor que tiene más votos, ayudándolo a trepar en la primera vuelta”.

Bacman afirma que “al menos por lo que puede obtenerse de los diferentes trabajos de campo realizados en estos últimos meses la oposición concentra su intención de voto en tres candidatos: Mauricio Macri, Sergio Massa y algún representante de FA-Unen. Hasta el momento los más elegidos son Julio Cobos y Hermes Binner, pero Ernesto Sanz ha comenzado a crecer en los sondeos. Por trascendidos y algunas pistas políticas de estos últimos días parecería ser que se está lejos de un acuerdo entre las fuerzas opositoras para enfrentar en las elecciones presidenciales al oficialismo. Se habló de una posible alianza entre la UCR y el PRO, pero por las pistas que se poseen hasta el momento la tendencia es a que se produzcan acuerdos provinciales o locales, pero a nivel nacional tanto la UCR, como el PRO y el Frente Renovador mantendrán su independencia”.

Ignacio Ramírez considera que “debe recordarse algo obvio pero que durante los últimos meses se ha soslayado: Macri, Massa y FA-Unen compiten por el mismo mercado electoral, más allá de que sus estrategias discursivas transiten casi excuyentemente por el antikirchnerismo. Y yo agregaría que pese que a exista un sector de la sociedad dotada de una pulsión de cambio, el balance retroactivo del proceso kirchnerista será mayoritariamente positivo, con lo cual el combustible motivacional que forjó la alternancia en el ’89 y el ’99 esta vez no estará tan generalizado. En el caso de Unen, sus perspectivas de competitividad parecieran declinar aceleradamente en virtud de reiterados errores políticos y de proyectos, deseos e intereses divergentes que conviven en su interior y que no han podido armonizarse. Por su parte, el PRO y Sergio Massa acumulan expectativas en la vereda opositora de la opinión pública con mayor eficacia, aunque aún no han logrado enamorar ni imponerse claramente uno sobre el otro. Me parece que una de las ‘subcompetencias’ más interesantes estará entre estas dos opciones por el voto opositor, donde el PRO cuenta a su favor con un estilo más claro y consolidado, apoyado sobre una experiencia de gestión exitosa cada vez más visible, mientras que el FR ha tenido un discurso más zigzagueante aunque cuenta con un mejor rendimiento mediático de su candidato en relación con Mauricio Macri”.

Para Ricardo Rouvier “por el momento, el macrismo y el ma-ssismo van a las PASO sin competencia. Eso es bueno y malo al mismo tiempo: sus candidaturas no corren peligro, pero no cuentan con el fortalecimiento de la competencia. FA-Unen ha comenzado a implosionar y hay que ver cómo deflagra el estallido. Las propias actitudes de los radicales en las provincias demuestra que la fragmentación se profundiza, y la UCR reconoce implícitamente su debilidad nacional. Yo diría que en la actualidad hay dos candidatos de la oposición que son competitivos: Macri y Massa. Ni Binner, ni Cobos, ni Solanas, ni Carrió tienen un caudal de votos que generen la expectativa de ballottage. Aquel ejercicio sumatorio para FA-Unen que se hacía a partir de las últimas legislativas hoy se ha desvanecido. La tarea principal de la alianza Unen es su reconstrucción en estado de emergencia, previo a las PASO. Han retrocedido un casillero. Ahora, llegar a las primarias es un logro a conquistar”.  

“En las tendencias por partido –dice Enrique Zuleta Puceiro–, FA-Unen presenta un mayor caudal de adhesiones, pero no tiene candidato con posibilidades. Es difícil pronosticar qué harán los dirigentes. Los electorados muestran una tendencia clara: en las grandes ciudades se inclinaría más bien hacia el PRO y en algunas provincias apoyaría a sus dirigentes. Es posible así que dos tercios apoyen a Macri y el tercio restante busque alguna alternativa residual, de orientación vagamente progresista. A nivel nacional, no imagino a la Asamblea Nacional de la UCR ordenando votar a Macri o a Massa, aunque esta alternativa encontrará menos dificultades, ya que fue de hecho la opción en el 2007 cuando se optó por la candidatura de Roberto Lavagna, hoy por hoy una de las figuras centrales en el acercamiento entre Massa y los dirigentes radicales. Para entender lo que ocurrirá dentro de FA-Unen habrá que desentrañar el propósito individual, todavía oculto de cada uno de sus principales candidatos. Está claro que todos tienen estrategias muy diferenciadas.”

“En la oposición hoy el lugar destacado lo tienen Massa y Macri –afirma Analía Del Franco–. El FA-Unen aún no ha tomado consistencia y esto debido a la falta de claridad sobre cuestiones como quiénes van a ser los candidatos que van a ir a las PASO en este espacio o las manifestaciones aisladas de sus propios dirigentes, respecto de sus alianzas provinciales por fuera del FA-Unen. La atomización y falta de certezas que muestra este espacio hasta el momento, es una oportunidad para el resto de los candidatos, y acá incluyo también al oficialismo. De todos modos está en tiempo de rearmarse y presentar opciones más contundentes.”

Para Artemio López, “la alta imagen de Macri y la fortaleza de las  alianzas que manifiesta el PRO en grandes distritos como Córdoba, Santa Fe, CABA, Mendoza y Entre Ríos el despliegue del macrismo es, fuera de territorio bonaerense, mucho más fuerte que el del FR, en tanto que la fuerza que lidera Sergio Massa continúa hegemonizando territorio bonaerense. Para mí, la suerte de Unen está echada y deberá enfrentar una diáspora interna a nivel se los territorios hacia el PRO o el FR, dependiendo del predominio de la fuga de cómo se desplieguen estas dos fuerzas y cuál de ambas se plante como más competitiva contra el FPV en un escenario de supuesto ballottage. La oposicion ha mostrado un nivel de fragmentación inédita en las dos últimas elecciones: la segunda minoría obtuvo 17 puntos un record histórico por el bajo caudal de votos obtenido por una segunda minoría. Romper esa fragmentación es de primer orden para hacer competitiva una alternativa opositora para lo cual algún liderazgo entre Macri o Massa deberá prevalecer nítidamente, cosa que aún no ocurre, pero es probable que suceda en el próximo semestre”.