- Ajustado. El oficialismo transpiró más de lo previsto para conseguir el quórum y lograr abrir la sesión, ya que la oposición decidió no contribuir a garantizar el debate. El FpV recién consiguió los 129 diputados necesarios minutos después de pasada la media hora de convocatoria, cuando Carlos Raimundi y Gastón Harispe se sentaron en sus bancas. La chaqueña Sandra Mendoza tampoco fue puntual a la hora de conseguir el quórum.

- Ausentes. Los oficialistas bonaerenses Martín Insaurralde y Dulce Granados (esposa del ministro de Seguridad de Daniel Scioli) figuraron entre los ausentes. Insaurralde, de licencia, había manifestado su desacuerdo con el proyecto y hasta renunció a la Comisión de Legislación Penal, por pedido del kirchnerismo, para no quedar en minoría en una de las comisiones que discutió la iniciativa. Ayer no contestó los teléfonos a los que el oficialismo acude cada vez que necesita contactarlo.

- Costumbre. El Frente Renovador tenía su propio dictamen de minoría sobre el Código Procesal Penal, sobre el proyecto que su líder, Sergio Massa, presentó en un teatro de la porteña avenida Corrientes como parte de su campaña presidencial. Sin embargo, Massa se ausentó otra vez del debate en el recinto y viajó a San Luis para buscar un acuerdo electoral con los hermanos Rodríguez Saá.

- Fantasma. La macrista Patricia Bullrich reclamó el protagonismo que imaginaba, y que el oficialismo le retaceó, como presidenta de la Comisión de Legislación Penal. Y lo hizo con un furioso ataque. “El Código del kirchnerismo es un Código fantasma, nadie lo vio, nadie lo discutió”, arrancó. “¿Por qué quieren el Código con K? ¿Tienen miedo? ¿O quieren hacer como (Reynaldo) Bignone en los últimos días de la dictadura, que quiso asegurarse la autoamnistía?”, preguntó para luego prometer su derogación. “Desde el oficialismo han codificado para dejar el contorno del país por generaciones, similar a lo que sucede hoy en la Rusia de (Vladimir) Putin, donde el modelo de la Unión Soviética se trasladó a una actual democracia soviética.”

- Guante blanco. La kirchnerista correntina Araceli Ferreyra arremetió contra los opositores que acusaron al oficialismo de buscar “impunidad” con el nuevo Código. “Ahora los fiscales tienen la obligación de investigar”, arrancó Ferreyra para cargar contra los jueces que absolvieron a los “ladrones de guante blanco”, entre los que incluyó al diputado radical Oscar Aguad (ex interventor de la ciudad de Corrientes), a Mauricio Macri, “por el contrabando de autos de la empresa familiar”, y a la macrista Laura Alonso, por la denuncia de que su ONG “está financiada por un fondo buitre”. Alonso recogió el guante, pidió una cuestión de privilegio y amenazó a Ferreyra: “Si tiene lo que tiene que tener, que me lleve a tribunales”.

- Perseguidor, payaso. El diputado Remo Carlotto (FpV) criticó a quienes postularon como ejemplo de “independencia judicial” al fiscal porteño José María Campagnoli, al que calificó como “perseguidor de pibes pobres”. El radical tucumano José Cano salió en defensa del fiscal porque “no tiene causas en su contra” y ligó al oficialismo con el juez federal Norberto Oyarbide, a quien definió como “un payaso importante”.