“Cuidar la vida de la gente fue, es y será una prioridad en mi gestión”, manifestó Daniel Scioli, quien, como todos los años, a pocos días del inicio de la temporada, dio comienzo este viernes al Operativo Sol, de seguridad para la costa bonaerense. En diálogo con Página/12, el gobernador hizo un balance de su gestión en esa temática, que es al mismo tiempo uno de los principales reclamos de la ciudadanía y uno de los aspectos más criticados de su administración.

–¿Qué balance hace de la emergencia de seguridad que decidió por decreto?

–El balance está en el informe que dio la Procuración de la Corte: que bajaron el cuarenta por ciento los homicidios en ocasión de robo, por ejemplo. Cuando algunos querían hacer politiquería con esta cuestión, tomé la decisión, con mucha firmeza, de no dilatar más e implementar la emergencia por decreto, lo que permitió acelerar la inversión en recursos humanos, logísticos, para llegar a esta realidad, que es el mayor egreso de policías de la historia, las policías locales, mil ochocientos nuevos patrulleros, un cincuenta por ciento más de agentes en el Operativo Sol y todas las medidas que hemos ido tomando también en el terreno judicial. Fue, es y seguirá siendo una prioridad de mi gestión: cuidar la vida de la gente, con un abordaje que sea integral, no solamente más policía, sino más inclusión, más educación, más cultura, más deporte. Pero lo central es la prevención y por eso la emergencia apuntó a eso.

–¿Se están tomando medidas respecto de las denuncias contra la Policía Bonaerense y el Servicio Penitenciario por su participación en delitos?

–Nosotros estamos llevando adelante un gran cambio, que es a la vez un salto cualitativo y cuantitativo. No son sólo más policías, son policías mejor formados, en universidades nacionales y mejor pagos. La gente esto lo percibe, hay un sentimiento de recuperación de confianza en la policía. El hecho de que hayamos tenido setenta y cinco mil aspirantes a las policías comunales muestra que hay una vocación más allá de lo económico, una voluntad de integrarse haciendo un gran trabajo. Al mal policía, todo el rigor, todo el castigo. Al buen policía, reconocimiento.

–La experiencia mexicana de policías locales no ha sido buena. Salvando las distancias, ¿por qué cree que son una solución a los problemas de criminalidad en la provincia de Buenos Aires?

–Hay lugares donde funciona muy bien, en España, por ejemplo. Si hay algún lugar donde ha fracasado, habrá que analizar qué pasó. Acá que no se desvirtúe el tema, son policías que forman parte de la policía de Buenos Aires, con una descentralización en su conducción, con un jefe local que lo propone el intendente pero lo decidimos nosotros, con financiación integral por parte de la provincia y con una superposición de fuerzas nacionales, provinciales y municipales que es un mecanismo de autocontrol en el territorio. México tiene una problemática muy distinta en cuanto a las características de las organizaciones del narcotráfico, no se puede comparar para nada la situación.

–¿Lo sorprendió tener un diciembre sin conflictividad social?

–Hemos trabajado y trabajamos mucho por la paz social y en el marco de un contexto en el que no están dadas las condiciones socioeconómicas para que se generen saqueos o disturbios porque tenemos un Estado nacional y provincial atentos permanentemente a las necesidades de la gente. La presencia del Ministerio de Desarrollo Social y también del Ministerio de Seguridad atentos ante cualquier situación. Estamos atentos todo el año, pero en estos días particularmente, y yo creo que vamos a terminar el año en un clima de paz social y tranquilidad.