La revista Veja dice, en condicional, que “Máximo Kirchner habría sido cotitular de cuentas millonarias en Estados Unidos e islas Caimán”. La fuente de la información es “un especialista americano en investigaciones del sistema financiero”, que se mantiene en el anonimato. Lo curioso es que en el tercer párrafo de la nota, el periodista que la escribe, Leonardo Coutinho, afirma: “No fue posible confirmar de manera independiente la titularidad de esas cuentas”.

Coutinho presentó un informe escrito en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, llevado allí por la derecha republicana el 18 de marzo. Sus dichos aparecen replicados en una página oficial del Tea Party, la ultraderecha norteamericana, y el propio Coutinho figura como fuente de cuanta ONG o think tank existe en ese país orientado a bombardear al presidente Barak Obama.

El objetivo actual, en sintonía con el gobierno de Israel, es torpedear las negociaciones en las que Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido y Alemania tratan con Irán un acuerdo para que ese país no desarrolle tecnología nuclear por diez años. Un preacuerdo se firmaría hoy en Lausana, Suiza, y la derecha está furiosamente en contra.

En su informe, Coutinho juega el papel que le piden: detrás de cada acto terrorista está Irán; Teherán infiltra América latina, con bases en Brasil y encubrimiento de los atentados en la Argentina. O sea, el centro es que Irán es el enemigo número uno y que no se debe firmar nada.

Coutinho ya publicó en Veja que tres ex funcionarios chavistas –a los que tampoco identifica– le contaron que Garré también tuvo una cuenta en el banco Tejarat de Irán.

- Fechas: La cuenta en el Felton Bank fue abierta en 2005 y la de las islas Caimán en 2006. Según Coutinho, allí se volcaron fondos para pagar la impunidad de los sospechosos iraníes en el caso AMIA. El tema es que en la Asamblea General de la ONU, Cristina Fernández de Kirchner hizo encendidos discursos de denuncia contra Irán en todos los años siguientes. Y resulta descabellado que se haya hecho una transacción de fondos en vistas a un memorándum que se firmó siete años más tarde.

- Fideicomiso: En el collage hecho por Veja, incluye la denuncia del ex embajador argentino en Venezuela Eduardo Sadous sobre la de-saparición de 90 millones de dólares de un fideicomiso armado en base a fondos de compras argentinas de combustible. En la causa judicial quedó claro que el dinero era venezolano y lo sacaron los venezolanos, quienes a los pocos días pidieron disculpas y repusieron los 90 millones. Sadous, que fuera secretario de Domingo Cavallo, está con procesamiento confirmado y va a juicio por falso testimonio agravado. Además, ni siquiera coinciden las fechas. El fideicomiso era de fines de 2004 y las cuentas supuestamente se abrieron en 2005.

- Sombras: En el relato, propio de servicios de Inteligencia, Veja inventó una relación personal íntima entre Chávez y Garré, sugiriendo que la ahora embajadora en la OEA fue intermediaria en las gestiones Irán-Venezuela-Argentina, cuando Mamud Ahmadinejad fuera presidente del país persa. El grotesco de la nota habla de un vínculo Garré-Chávez en la línea de 50 sombras de Grey. Pero las fechas no coinciden porque Garré fue embajadora sólo entre mayo y noviembre de 2005 y el vínculo de Ahmadinejad y Chávez recién se estableció a principios de 2006.

- Valija: Veja afirma que ya se había concretado el acuerdo Irán-Argentina en 2007, con la intermediación de Chávez. La revista sostiene que el convenio era impunidad y tecnología nuclear a cambio de dinero. El dato es tan poco creíble que ni siquiera Nisman lo incluyó en su denuncia. El fiscal fue por el lado de petróleo por granos. Caída esa versión, Coutinho les brindó a sus amigos del Tea Party un plato distinto: era know how nuclear e impunidad por dinero. En esa versión metió la valija de Antonini Wilson, quien entró a la Argentina en agosto de 2007 con 800.000 dólares. Veja no dice nada de que Antonini Wilson fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria y que registraba antecedentes de transferencias desde Uruguay a Miami, evadiendo la restricción de dólares de Venezuela. Es más, Antonini tenía pasaje para seguir a Montevideo y en efecto viajó hacia la capital uruguaya. Curiosamente, Antonini sigue en Miami, prófugo de la Justicia argentina. Nuevamente, si el dinero era iraní, no se entiende por qué la Presidenta concretó encendidas denuncias contra Irán en las Naciones Unidas en todos los años posteriores y el memorándum con Irán se firmó seis años más tarde.

- Alepo: Coutinho hace un gran esfuerzo por reflotar las notas de Pepe Eliaschev advirtiendo que en un encuentro en cancilleres, en Alepo, Siria, se pactó un plan de impunidad para los sospechosos iraníes del ataque a la AMIA. Tanto Rafecas como los camaristas federales fueron lapidarios con esa versión de Eliaschev, que él mismo desmintió en su declaración testimonial.

- Condicionales: Las dos notas de Veja se desmienten a sí mismas. Una habla de las cuentas que le fueron reveladas por “un especialista americano en investigaciones del sistema financiero”, al que no nombran. La otra nota, la de los tres funcionarios chavistas, tiene dos frases llamativas. Afirma que no sabe si la Presidenta se enteró o no del flujo de dinero de Irán a la Argentina y que no sabe si hubo algún tipo de transferencia de tecnología nuclear de Argentina a Irán. O sea, del planteo inicial, no quedó nada.

Es casi seguro que en los cuarteles de la derecha republicana y en el Tea Party igual quedaron conformes y deben pensar que Coutinho se merece una nueva invitación.

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